Cancer de seno. generalidades


El cáncer ocurre cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer sin control. Las células normales se dividen y crecen de manera ordenada, mientras que las células cancerosas no lo hacen. Éstas continúan creciendo y desplazando a las células normales. Aunque existen muchos tipos de cáncer, todos tienen en común un crecimiento incontrolable de las células.

Los diferentes tipos de cáncer pueden comportarse de manera muy distinta. Por ejemplo, el cáncer de pulmón y el cáncer de seno son enfermedades muy diferentes. Crecen a una tasa diferente y responden a diferentes tratamientos. Es por esto que las personas con cáncer necesitan recibir un tratamiento dirigido a su tipo específico de cáncer.

Algunas veces las células cancerosas se desprenden del tumor y se propagan a otras partes del cuerpo por medio de la sangre o del sistema linfático. Pueden establecerse en una región nueva y formar nuevos tumores. Cuando esto ocurre, se le llama metástasis. El cáncer que se propaga de esta manera se conoce como cáncer metastásico.

Aun cuando el cáncer se ha propagado a otra localización en el cuerpo, se sigue llamando como la parte del cuerpo donde se originó. Por ejemplo, si el cáncer de próstata se propaga a los huesos, se sigue llamando cáncer de próstata. Si el cáncer de seno se propaga a los pulmones, sigue siendo cáncer de seno. Algunas veces el cáncer regresa después del tratamiento en una persona que parecía haber superado la enfermedad. Esto se conoce como recurrencia.



¿Qué es el cáncer de seno?

El cáncer de seno es un tumor maligno (canceroso) que se origina de las células del seno. Esta enfermedad ocurre principalmente en las mujeres, pero los hombres también pueden desarrollar cáncer de seno. En este documento nos enfocaremos al cáncer de seno en mujeres; para el cáncer de seno en hombres, se puede consultar el documento Breast Cancer in Men (disponible en inglés) de la Sociedad Americana del Cáncer.


Partes del seno normal

Para entender el cáncer de seno, resulta útil familiarizarse un poco con la estructura y las partes de un seno normal, lo cual se muestra en la ilustración a continuación.

El seno de una mujer está formado por glándulas mamarias o productoras de leche (lobulillos), conductos (pequeños tubos que llevan la leche de los lobulillos al pezón), tejido adiposo y conectivo, vasos sanguíneos y vasos linfáticos. La mayoría de los cánceres del seno comienzan en las células que recubren los conductos (cáncer ductal), algunos inician en los lobulillos (cáncer lobulillar), y un pequeño número de casos se origina en otros tejidos.





El sistema linfático

El sistema linfático es una de las principales maneras en que los cánceres en el seno pueden propagarse. Los ganglios linfáticos son pequeños grupos, en forma de frijol, de células del sistema inmunitario (células que luchan contra las infecciones) que están conectados por vasos linfáticos. Los vasos linfáticos son similares a venas pequeñas, excepto que transportan un líquido claro llamado linfa (en lugar de sangre) fuera del seno. Las células del cáncer de seno pueden ingresar en los vasos linfáticos y comenzar a crecer en los ganglios linfáticos.

La mayoría de los vasos linfáticos del seno conducen a los ganglios linfáticos debajo del brazo (axila), los cuales se conocen como ganglios axilares. Si las células del cáncer de seno llegan a los ganglios linfáticos debajo del brazo y siguen creciendo, éstas harán que se inflamen los ganglios. El doctor necesita saber si las células cancerosas se han propagado a los ganglios linfáticos, ya que de ser así, existe una probabilidad mayor de que las células hayan alcanzado el torrente sanguíneo y se hayan propagado a otros lugares del cuerpo. Mientras más ganglios linfáticos contengan cáncer, mayor es la probabilidad de que haya cáncer en otros órganos también. Esto podría afectar el plan de tratamiento.


Masas en los senos que no son cáncer

La mayoría de las masas o protuberancias en los senos son benignas, esto significa que no son cáncer. Los tumores benignos del seno son crecimientos anormales, pero no se propagan fuera del seno y no ponen la vida en peligro. Pero algunas protuberancias benignas en los senos pueden aumentar el riesgo de que se conviertan en cáncer de seno en una mujer.

La mayoría de estas masas son causadas por cambios fibroquísticos. Los quistes son sacos llenos de líquido. La fibrosis es la formación de tejido cicatricial. Estos cambios pueden causar inflamación y dolor de los senos. A menudo estos cambios suceden en una mujer justo antes de que su menstruación comience. Puede que se sientan protuberancias en los senos y en ocasiones presentan una secreción clara o ligeramente turbia del pezón. Para más información sobre cambios fibroquísticos y otros cambios benignos en los senos, consulte nuestro documento Condiciones no cancerosas del seno.


Términos del cáncer de seno

Puede ser difícil entender algunas de las palabras que su doctor utiliza para hablar sobre el cáncer de seno. A continuación le presentamos algunas de esas palabras especiales que pudiera escuchar:

Carcinoma: este término se usa para describir un cáncer que ha comenzado en la capa de revestimiento de órganos como el seno. Casi todos los cánceres de seno son carcinomas (carcinomas ductales o carcinomas lobulillares).

Adenocarcinoma: éste es un tipo de cáncer que comienza en el tejido de las glándulas (tejido que produce y segrega una sustancia). Los conductos y los lobulillos del seno son tejidos de glándulas (los cuales producen leche), por lo que a los cánceres que comienzan en estas áreas a menudo se les llama adenocarcinomas.

Carcinoma in situ: este término se utiliza para la etapa temprana del cáncer, cuando sólo sigue en la capa de las células donde se originó. Cuando se refiere al cáncer de seno, in situ significa que las células cancerosas están solamente en los conductos (carcinoma ductal in situ) o en los lobulillos (carcinoma lobulillar in situ). No se ha propagado al tejido más profundo en el seno ni a otros órganos del cuerpo. A veces se les refiere como cánceres no invasivos o pre-invasivos de seno.

Carcinoma invasivo (infiltrante): un cáncer invasivo ya ha alcanzado más allá de la capa de células donde se originó (contrario al carcinoma in situ). La mayoría de los cánceres de seno son carcinomas invasivos (carcinoma ductal invasivo o carcinoma lobulillar invasivo).

Sarcoma: éstos son cánceres que comienzan en los tejidos conectivos, tal como el tejido muscular, el tejido adiposo o los vasos sanguíneos. Los sarcomas del seno ocurren muy pocas veces.


Tipos del cáncer de seno

Existen muchos tipos del cáncer de seno, pero algunos de ellos ocurren muy pocas veces. Algunas veces un tumor del seno puede ser una mezcla de estos tipos o ser una combinación de los tipos in situ e invasivo.

Carcinoma ductal in situ (DCIS): éste es el tipo más común de cáncer no invasivo del seno. DCIS significa que el cáncer está solamente en los conductos y no se ha propagado a través de las paredes de los conductos al tejido del seno. Casi todas las mujeres que tienen cáncer en esta etapa logran una cura completa. A menudo, la mejor manera de detectar el carcinoma ductal in situ a tiempo es con un mamograma. Si hay partes con células cancerosas muertas o moribundas (conocido como necrosis tumoral) dentro de la muestra de la biopsia (tejido que se extrae para ser observado en el laboratorio), es probable que el tumor crezca y se propague con rapidez (un tumor más agresivo).

Carcinoma lobulillar in situ (LCIS): esta condición se origina en las glándulas mamarias (glándulas productoras de leche o lobulillos) y no atraviesa la pared de los lobulillos. Aunque no es un verdadero cáncer, el carcinoma lobulillar in situ aumenta el riesgo de que una mujer desarrolle cáncer de seno más adelante. Por este motivo, es importante que las mujeres con LCIS no dejen de someterse a sus mamogramas ni falten a sus citas médicas.

Carcinoma ductal invasivo (o infiltrante) (IDC): este es el cáncer de seno más común. Comienza en un canal (conducto) lácteo, penetra la pared del conducto e invade el tejido del seno. Desde ese lugar es posible que pueda propagarse a otras partes del cuerpo (hacer metástasis). Es responsable de aproximadamente 8 de cada 10 casos de cáncer invasivo del seno.

Carcinoma lobulillar invasivo (infiltrante) (ILC): este cáncer comienza en las glándulas mamarias (lobulillos). Puede propagarse a otras partes del cuerpo (hacer metástasis). Aproximadamente 1 de cada 10 de los cánceres invasivos del seno son de este tipo.

Cáncer inflamatorio del seno (IBC): este tipo de cáncer invasivo del seno no es común. Representa aproximadamente del uno al tres por ciento de todos los cánceres de seno. Por lo general, no se presenta una sola protuberancia o tumor, sino que el IBC hace que la piel del seno luzca rojiza y se sienta acalorada. También hace que la piel se haga más gruesa y presente hoyuelos, como la cáscara de una naranja. Puede que el seno se vuelva más grande, duro, sensible o que sienta picazón.

En sus etapas iniciales, este tipo del cáncer de seno a menudo se confunde con una infección. Debido a que no hay una masa definida, es posible que no aparezca en un mamograma, lo que hace que sea aún más difícil detectarla temprano. Éste cáncer presenta usualmente una mayor probabilidad de propagación y un peor pronóstico que el cáncer ductal invasivo o lobulillar invasivo. Para más información, consulte el documento disponible en inglés sobre cáncer inflamatorio del seno (Inflammatory Breast Cancer).

Existen también muchos otros tipos menos comunes del cáncer de seno. Usted puede obtener información sobre éstos a través de nuestro número gratuito o nuestra página en Internet.



¿Cuántas mujeres tienen cáncer de seno?

En los Estados Unidos, los cálculos más recientes de la Sociedad Americana del Cáncer en cuanto al cáncer de seno para el 2009 indican:

* 192,370 casos nuevos de cáncer invasivo de seno.
* 40,170 muertes por cáncer de seno.


El cáncer de seno es el cáncer más común entre las mujeres en los Estados Unidos, después del cáncer de la piel. Es la segunda causa principal de muerte por cáncer en las mujeres, después del cáncer de pulmón.

La probabilidad de que una mujer desarrolle cáncer invasivo de seno durante su vida es un poco menos de 1 en 8. La probabilidad de morir por cáncer de seno es de aproximadamente 1 en 35. Las tasas de mortalidad del cáncer de seno han estado disminuyendo. Probablemente, esta disminución sea el resultado de la detección más temprana y de mejores tratamientos. En la actualidad, hay más de dos millones y medio de sobrevivientes de cáncer de seno en los Estados Unidos.



¿Cuáles son las causas del cáncer de seno?

Ciertos cambios en el ADN pueden causar que las células normales del seno se conviertan en cáncer. El ADN es el elemento químico en cada una de nuestras células que contiene nuestros genes (las instrucciones sobre cómo funcionan nuestras células). Ciertos cambios hereditarios en el ADN (mutaciones) pueden incrementar el riesgo de cáncer en las personas y ser la causa de los cánceres que surgen entre los miembros de algunas familias. Por ejemplo, los genes BRCA1 BRCA2 son genes supresores de tumores al evitar que algunos cánceres puedan formarse. Cuando estos genes sufren cambios (mutan), éstos ya no pueden hacer que las células mueran en su momento indicado, haciendo más probable que se desarrolle un cáncer.

Pero la mayoría de los cambios en el ADN del cáncer de seno ocurren de forma independiente en las células del seno durante la vida de una mujer en lugar de que dichos cambios hayan sido hereditarios. Por lo pronto, todavía no se sabe las causas de la mayoría de las mutaciones del ADN que podrían resultar en cáncer.


Factores de riesgo

Aunque aún no sabemos exactamente qué causa el cáncer de seno, sí sabemos que existen ciertos factores de riesgo asociados con la enfermedad. Un factor de riesgo es cualquier cosa que aumenta las probabilidades de que una persona contraiga una enfermedad, como por ejemplo el cáncer. Los distintos tipos de cáncer conllevan diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, tal como fumar, consumir alcohol y la alimentación están asociados con cosas que una persona hace. Otros, como la edad de la persona, la raza o sus antecedentes familiares, no se pueden cambiar.

Pero los factores de riesgo no lo indican todo. El tener un factor de riesgo, o incluso varios, no significa que una mujer tendrá cáncer de seno. Algunas mujeres que tienen uno o más factores de riesgo nunca desarrollan la enfermedad, y la mayoría de las mujeres que lo desarrollan no tienen ningún factor de riesgo. Algunos factores tienen un mayor peso sobre el riesgo que otros, y el riesgo de cáncer de seno cambia con el transcurso del tiempo debido a factores como el envejecimiento o el estilo de vida.

Aunque muchos factores de riesgo pudieran aumentar las probabilidades de llegar a tener cáncer de seno, todavía no se sabe bien cómo algunos de estos factores de riesgo causan que las células se conviertan en cáncer. Las hormonas parecen desempañar un papel en muchos casos del cáncer de seno, aunque no se conoce totalmente cómo esto ocurre.


Factores de riesgo que usted no puede cambiar

Sexo: el hecho de ser mujer es el factor de riesgo principal del cáncer de seno. Aun cuando los hombres también desarrollan la enfermedad, resulta 100 veces más común entre las mujeres.

Edad: las probabilidades de desarrollar cáncer de seno incrementan a medida en que la edad de la mujer aumenta. Alrededor de dos de cada tres mujeres con cáncer invasivo de seno tienen 55 años o más cuando se les encontró el cáncer.

Factores de riesgo genéticos: se cree que aproximadamente de 5 a 10 por ciento de los casos del cáncer de seno está relacionado con cambios (mutaciones) hereditarios en ciertos genes. Los cambios genéticos más comunes son los cambios en los genes BRCA1 y BRCA2. Las mujeres con estos cambios genéticos presentan hasta un 80 por ciento de probabilidad de desarrollar cáncer de seno durante sus vidas. Otros cambios genéticos pudieran también aumentar el riesgo del cáncer de seno.

Antecedentes familiares: el riesgo del cáncer de seno es mayor entre las mujeres cuyos familiares directos (consanguíneos) desarrollaron esta condición. Estos parientes pueden ser tanto del lado de la familia de la madre como de la del padre. El que su madre, hermana o hija padezca del cáncer de seno casi duplica el riesgo de una mujer. Es importante señalar que del 70 al 80 por ciento de las mujeres que padecen del cáncer de seno no tienen antecedentes familiares de esta enfermedad.

Antecedentes personales de cáncer del seno: una mujer que tenga cáncer en un seno tiene mayores probabilidades de tener un nuevo cáncer en el otro seno o en otra parte del mismo seno. Esto es diferente a un regreso del primer cáncer (conocido como recurrencia).

Raza: las mujeres de raza blanca tienen ligeramente mayores probabilidades de tener cáncer de seno que las mujeres de raza negra. Sin embargo, las mujeres de raza negra tienen mayores probabilidades de morir de este tipo de cáncer. Parece que al menos parte de esto se debe a que las mujeres de raza negra tienen tumores que crecen con mayor rapidez, pero no se sabe por qué. Las mujeres asiáticas, hispanas e amerindias (indígenas de Estados Unidos) tienen un menor riesgo de padecer y morir de cáncer de seno.

Tejido denso del seno: el tejido denso del seno significa que hay más tejido glandular y menos tejido adiposo. Las mujeres con tejido del seno más denso tienen un riesgo más elevado del cáncer de seno. El tejido denso del seno puede también dificultar a los médicos la detección de problemas en los mamogramas.

Ciertos problemas benignos (que no son cáncer) en el seno: las mujeres con ciertos cambios benignos en los senos pueden estar en un riesgo aumentado de desarrollar cáncer de seno. Algunos de estos cambios son más probables a convertirse en cáncer de seno que otros. Para más información, consulte nuestro documento Condiciones no cancerosas del seno.

Carcinoma lobulillar in situ: las mujeres con carcinoma lobulillar in situ (LCIS) tienen un riesgo de siete a once veces mayor de padecer cáncer en cualquiera de los senos que las mujeres sin esta condición.

Menstruaciones: las mujeres que comenzaron a menstruar a una edad temprana (antes de los 12 años), o que experimentaron la menopausia después de los 55 años de edad, tienen un riesgo ligeramente más alto de desarrollar cáncer de seno. Como resultado de haber tenido más menstruaciones durante su vida, estas mujeres han estado expuestas a más hormonas de estrógeno y progesterona.

Antecedentes de tratamientos con radiación: las mujeres que recibieron tratamiento con radiación en el área del tórax (pecho), como parte de su tratamiento contra algún otro cáncer durante su infancia o adolescencia, tienen un riesgo significativamente más alto del cáncer de seno. Este riesgo varía con la edad de la paciente al momento de recibir la radiación. El riesgo de la radiación a la región del pecho es mayor si la radiación se administró durante la adolescencia, cuando los senos estaban aún en desarrollo. La radioterapia después de los 40 años no parece aumentar el riesgo de cáncer de seno.

Tratamiento con dietilestilbestrol (DES): en el pasado, se administró a algunas mujeres embarazadas el medicamento dietilestilbestrol, ya que se pensaba que éste disminuía las probabilidades de perder el bebé (aborto). Estudios recientes han reportado que estas mujeres (y sus hijas que estuvieron expuestas al DES mientras estaban en la matriz de la madre), presentan un leve aumento en el riesgo de tener cáncer de seno. Para más información puede consultar nuestro documento (disponible en inglés) DES Exposure: Questions and Answers.


Riesgo del cáncer de seno y decisiones en el estilo de vida

No tener hijos o tenerlos a una edad mayor en la vida: las mujeres que no han tenido hijos o aquéllas que tuvieron su primer hijo después de los 30 años, tienen un riesgo ligeramente mayor de tener cáncer de seno. El haber tenido varios embarazos a una edad joven reduce el riesgo. El embarazo reduce el número total de ciclos menstruales en la vida de una mujer, lo cual puede que sea una razón de este efecto.

Uso reciente de pastillas para prevenir el embarazo (anticonceptivos orales): los estudios han reportado que las mujeres que están usando anticonceptivos orales en la actualidad tienen un riesgo ligeramente mayor de tener cáncer de seno que aquellas mujeres que nunca los han usado. El riesgo parece bajar a lo normal con el paso del tiempo una vez se dejan de tomar las pastillas anticonceptivas. Las mujeres que dejaron de usar la píldora hace más de diez años no aparentan tener un mayor riesgo. Es recomendable consultar los riesgos y beneficios de las pastillas anticonceptivas con su doctor.

Uso de terapia hormonal posmenopáusica (PHT): la terapia hormonal posmenopáusica (también conocida como terapia de restitución de hormonas) ha sido usada por muchos años para aliviar los síntomas de la menopausia y prevenir la osteoporosis (adelgazamiento de los huesos).

Existen dos tipos principales de terapia hormonal posmenopáusica. Para las mujeres que siguen teniendo un útero (matriz), los doctores a menudo recetan estrógeno y progesterona (conocida como terapia hormonal posmenopáusica combinada). El estrógeno por sí solo puede aumentar el riesgo de cáncer del útero, por lo tanto se agrega progesterona para ayudar a prevenir dicho riesgo. Por otro lado, a las mujeres que ya no tienen útero (aquellas que se sometieron a una histerectomía) se les puede recetar sólo estrógeno. A esto se le conoce comúnmente como terapia de restitución de estrógeno (ERT).

* Terapia hormonal posmenopáusica combinada: el uso de esta terapia aumenta el riesgo de tener cáncer de seno. Además, pudiera aumentar las probabilidades de morir de cáncer de seno. Puede que también el cáncer de seno sea encontrado en una etapa más avanzada. El riesgo del cáncer de seno parece regresar a la normalidad cinco años después de haber terminado la PHT.

* Terapia de restitución de estrógenos: el uso de estrógeno solo no parece aumentar por mucho el riesgo del cáncer de seno, si es que lo llega aumentar en lo absoluto. Sin embargo, en algunos estudios se ha descubierto que la ERT aumenta el riesgo de cáncer del ovario y del seno cuando se usa por mucho tiempo (por más de 10 años).


Actualmente, parece que existen pocas razones contundentes para usar la terapia de reemplazo hormonal, que no sean para aliviar los síntomas de la menopausia a corto plazo. No obstante, existen otros factores a considerar, por lo que usted debe consultar con su doctor las ventajas y desventajas de usar la PHT. Si una mujer y su médico deciden emplear la terapia hormonal posmenopáusica como tratamiento de los síntomas menopáusicos, por lo general es mejor usar la menor dosis posible y por el tiempo más breve que sea efectiva para ella.

Evitar la lactancia: algunos estudios indican que la lactancia (amamantar al bebé) reduce ligeramente el riesgo del cáncer de seno, especialmente si el periodo de lactancia es de 1½ a 2 años. La razón pudiera ser que la lactancia, al igual que el embarazo, disminuye el número total de periodos menstruales.

Alcohol: el consumo de bebidas con alcohol está claramente asociado a un aumento en el riesgo de padecer cáncer de seno. Las mujeres que toman una bebida al día tienen un riesgo ligeramente más alto. Aquéllas que toman de dos a cinco bebidas al día tienen alrededor de 1 ½ veces más riesgo que las mujeres que no toman alcohol. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que se limite la cantidad de consumo de alcohol a no más de una bebida por día, si es que consume bebidas con alcohol.

Sobrepeso u obesidad: esto se asocia con un riesgo más alto del cáncer de seno, especialmente para las mujeres después de la menopausia o si el aumento de peso ha ocurrido en la edad adulta. Además, el riesgo parece ser mayor si la grasa adicional se encuentra alrededor de la cintura. Pero la relación entre el peso y el riesgo de cáncer de seno es compleja, y los estudios sobre el consumo de grasa en la alimentación y cómo afecta el riesgo de cáncer de seno han reportado resultados contradictorios. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que mantenga un peso saludable durante toda la vida y que evite las subidas excesivas de peso.

Falta de ejercicio: hay estudios que han demostrado que el ejercicio reduce el riesgo del cáncer de seno. La única pregunta es determinar cuánto ejercicio es necesario. Un estudio reveló que con tan sólo 1 ¼ a 2 ½ horas de caminata a la semana se puede reducir el riesgo en un 18%. Con diez horas de caminata a la semana se redujo el riesgo aún un poco más. La Sociedad Americana del Cáncer sugiere hacer ejercicio por cinco o más días por semana durante 45 a 60 minutos cada sesión.


Factores de riesgo inciertos

Alimentos con alto contenido de grasa: los estudios relacionados con la grasa en la alimentación y el riesgo del cáncer de seno frecuentemente dan resultados conflictivos. La mayoría de los estudios han encontrado que el cáncer de seno es menos común en países donde la dieta típica es baja en grasa. Por otro lado, muchos estudios realizados en las mujeres de los Estados Unidos no han encontrado que exista una relación entre el riesgo del cáncer de seno y la cantidad de grasa que consumen. Los investigadores todavía no están seguros de cómo explicar esta diferencia. Es necesario realizar más investigaciones para entender mejor el efecto de los tipos de grasa consumidos y el peso corporal sobre el riesgo del cáncer de seno.

La Sociedad Americana del Cáncer recomienda comer alimentos saludables que incluyan cinco o más porciones de frutas y verduras al día, optando por granos integrales en lugar de granos procesados (refinados), y limitar el consumo de carnes rojas y procesadas.

Desodorantes antitranspirantes y sostenes: han surgido rumores en que circulan por medios electrónicos (Internet, correo electrónico, etc.) que sugieren que los desodorantes antitranspirantes pueden causar cáncer de seno. Existe muy poca evidencia que apoye esta idea. Tampoco hay evidencia que respalda la declaración de que los sostenes pueden causar cáncer de seno.

Abortos: varios estudios indican que los abortos inducidos no aumentan el riesgo de cáncer de seno. Además, no existe evidencia que muestre una relación directa entre los abortos naturales y el cáncer de seno. Para más información, remítase al documento en inglés de la Sociedad Americana del Cáncer Is Having an Abortion Linked to Breast Cancer?

Implantes de seno: los implantes de seno hechos de silicona pueden hacer que se forme tejido cicatricial en el seno. Pero hay estudios que reportan que esto no aumenta el riesgo del cáncer de seno. Si usted tiene implantes de seno, pudiera requerir una radiografía especial durante la mamografía.

Contaminación: se está llevando a cabo mucha investigación para determinar cómo el ambiente podría afectar el riesgo del cáncer de seno. Por ahora, la investigación no muestra una relación clara entre el cáncer de seno y los contaminantes ambientales.

Fumar tabaco: la mayoría de los estudios han reportado que no hay una relación entre fumar cigarrillos y el cáncer de seno. Un tema que continúa siendo un punto de investigación es si el humo de segunda mano (el humo que sale del cigarrillo de otra persona) pudiera aumentar el riesgo del cáncer de seno. Sin embargo, la evidencia sobre el humo de segunda mano y el riesgo del cáncer de seno en los estudios realizados con humanos no se ha aclarado. De todas maneras, el que haya una pequeña posibilidad con el cáncer de seno es otra razón para evitar rodearse del humo de segunda mano.

Trabajo nocturno: algunos estudios han sugerido que las mujeres que trabajan durante la noche (como enfermeras en horario nocturno, por ejemplo) presentan un riesgo mayor del cáncer de seno, Esto es un hallazgo bastante reciente, y se están realizando más investigaciones para analizar esta relación.



¿Se puede prevenir el cáncer de seno?

No existe una manera segura de prevenir el cáncer de seno, pero existen algunas cosas que todas las mujeres pueden hacer, lo cual podría reducir su riesgo, o en caso de que el cáncer suceda, podría favorecer las probabilidades de detectar la enfermedad en sus etapas iniciales cuando es más tratable.

Reducción de su riesgo: es posible que reduzca su riesgo de llegar a tener cáncer de seno al cambiar algunos de los factores de riesgo que puede controlar. Si usted limita el consumo de alcohol, hace ejercicio de forma habitual y mantiene un peso saludable, estará disminuyendo su riesgo del cáncer de seno. Las mujeres que deciden amamantar por al menos varios meses puede que también reduzcan su riesgo del cáncer de seno.

Además, el no recibir terapia hormonal posmenopáusica puede también ayudar a evitar el riesgo.

Detección temprana del cáncer de seno: también es importante que todas las mujeres sigan las guías de la Sociedad Americana del Cáncer para detección temprana del cáncer de seno (remítase a la sección "¿Cómo se detecta el cáncer de seno?").


Para mujeres que tienen o pueden tener un riesgo aumentado

Si se encuentra en un riesgo más elevado de llegar a tener cáncer de seno, hay algunas cosas que puede hacer para disminuir sus probabilidades de desarrollar la enfermedad. Consulte a su médico antes de decidir cuáles de las siguientes acciones, en caso de haberlas, puede que sean adecuadas para usted.

Prueba genética: existen algunas pruebas que pueden indicar si una mujer presenta cambios (mutaciones) en ciertos genes asociados con el cáncer de seno. Con esta información, las mujeres pueden tomar medidas para reducir su riesgo. Recientemente el US Preventive Services Task Force hizo unas recomendaciones sobre las pruebas genéticas. Esta organización sugiere que sólo las mujeres con antecedentes familiares significativos sean evaluadas para las pruebas genéticas de mutaciones BRCA. Este grupo sólo representa alrededor del 2% de las mujeres adultas en los Estados Unidos.

Si está considerando someterse a pruebas genéticas, debe hablar con su asesor genético, enfermera o doctor calificado para que le explique el proceso y los resultados de estas pruebas. Es muy importante tener en cuenta lo que las pruebas genéticas pueden o no determinar, así como sopesar detalladamente los beneficios y riesgos de las pruebas antes de someterse a ellas. Las pruebas son muy costosas y puede que no sean cubiertas por algunos planes de seguro médico. Para más información, vea nuestro documento (disponible en inglés) Genetic Testing: What You Need to Know.

Quimioprevención del cáncer de seno: la quimioprevención es el uso de medicamentos para reducir el riesgo de cáncer. Varios medicamentos han sido sometidos a estudios para reducir el riesgo del cáncer de seno. El medicamento Tamoxifeno® ya se ha usado durante muchos años como tratamiento contra algunos tumores cancerosos del seno. Hay estudios que reportan que las mujeres que tienen un alto riesgo del cáncer de seno tienen menores probabilidades de desarrollar la enfermedad si toman tamoxifeno. Otro medicamento, el Raloxifeno®, ha sido aprobado para ayudar a reducir el riesgo del cáncer de seno en mujeres que ya pasaron por la menopausia y que están a un riesgo mayor de la enfermedad. Otras medicinas (como los inhibidores de la aromatasa) también están siendo estudiadas. Para más información sobre los medicamentos quimiopreventivos, consulte el documento Medicamentos para reducir el riesgo de cáncer del seno de la Sociedad Americana del Cáncer.

Cirugía preventiva para las mujeres con un riesgo muy alto de cáncer de seno

Para las pocas mujeres con un riesgo muy alto de llegar a tener cáncer de seno, la cirugía preventiva, como la mastectomía doble pudiera ser una opción.

Mastectomía preventiva doble (profiláctica bilateral): para algunas mujeres con un riesgo muy alto del cáncer de seno, esta cirugía (una mastectomía doble) pudiera ser una opción. En esta operación se extirpan ambos senos antes de que se sepa que existe algún cáncer de seno. Aunque en esta operación se extirpa casi todo el tejido del seno, aún permanece una pequeña cantidad. Esta operación reduce significativamente el riesgo del cáncer de seno, pero el cáncer aún puede surgir en el tejido que queda después de la cirugía.

Las razones para considerar este tipo de cirugía tienen que ser muy contundentes. No hay forma de saber con antelación si esta cirugía beneficiará a una mujer en particular. La Junta de Directores de la Sociedad Americana del Cáncer ha declarado que "solamente en caso de que haya indicaciones clínicas o patológicas muy sólidas se justifica la realización de este tipo de operación preventiva". Se recomienda enfáticamente que las mujeres obtengan una segunda opinión antes de tomar la decisión de someterse a este tipo de cirugía.

Extirpación preventiva de los ovarios (ooforectomía profiláctica): las mujeres con cierto cambio genéticos (mutación BRCA), a quienes se ha extirpado sus ovarios, pueden reducir el riesgo del cáncer de seno en un 50% o más. Esto se debe a que al extraer los ovarios se eliminan las fuentes principales de estrógeno en el cuerpo.

Aunque este documento no es sobre el cáncer del ovario, es importante que las mujeres con este cambio genético también conozcan que están en un alto riesgo de cáncer del ovario. La mayoría de los médicos recomienda que los ovarios de estas mujeres sean extirpados una vez que la edad fértil termine.


¿Cómo es encontrado el cáncer de seno?

Las pruebas y exámenes de detección tienen el propósito de encontrar una enfermedad, como el cáncer, en las personas que no tienen ningún síntoma. Mientras más temprano se detecte el cáncer de seno, mejores son las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito. El propósito es la detección de los cánceres antes de que generen síntomas. El tamaño del tumor canceroso en el seno y el grado de propagación son los factores más importantes en determinar la perspectiva del paciente. La mayoría de los médicos consideran que las pruebas para la detección temprana del cáncer de seno salvan miles de vidas cada año. Las guías que se presentan a continuación mejoran las probabilidades de detectar el cáncer de seno en sus etapas iniciales para su tratamiento exitoso.


Recomendaciones de la Sociedad Americana del Cáncer para la detección temprana del cáncer de seno

La Sociedad Americana del Cáncer recomienda las siguientes guías para la detección temprana del cáncer de seno en las mujeres que no presentan síntomas:

Mamograma: las mujeres de 40 años en adelante deben hacerse un mamograma de detección al año, y deben seguir sometiéndose a esta prueba mientras estén en buen estado de salud. Aun cuando algunos cánceres pueden pasar desapercibidos por el mamograma, dicho estudio es una forma muy efectiva para la detección del cáncer de seno.

Examen clínico del seno: las mujeres de 20 a 39 años de edad deben someterse a un examen clínico de los senos como parte de un examen periódico de salud, por parte de un profesional médico al menos cada 3 años. A partir de los 40, las mujeres deben someterse a un examen del seno por parte de un profesional de la salud todos los años. Pudiera ser recomendable someterse al examen clínico de los senos poco antes del mamograma. El examen le puede ayudar a familiarizarse con la forma en como sus senos lucen y se sienten.

Autoexamen de los senos: esta una opción para las mujeres a partir de los 20 años de edad. Se debe orientar a las mujeres sobre los beneficios y las limitaciones del autoexamen de los senos. Las mujeres deben informar de inmediato a un médico experto sobre cualquier cambio que noten en el aspecto y sensación de los senos.

La investigación ha demostrado que, en comparación con el descubrimiento de una masa o bulto por casualidad, o simplemente estar consciente de lo que es normal en cada mujer, el autoexamen de los senos tiene una función menor en el descubrimiento del cáncer de seno. Si decide hacerse el autoexamen de los senos (es aceptable que las mujeres opten por no hacerse el autoexamen) pida a su doctor que observe cómo lo hace durante el examen físico que usted se hace normalmente para asegurar que lo hace correctamente. Si usted se hace este examen habitualmente, puede familiarizarse con el aspecto y sensación normal de sus senos y detectar con más facilidad cualquier cambio. Pero no hay problema si no se realiza el autoexamen, o si no lo hace bajo fechas estipuladas.

Ya sea que se realice el autoexamen o no, el objetivo es que acuda a un médico de inmediato si nota cualquiera de los siguientes cambios: una masa o protuberancia, hinchazón, irritación o formación de hoyuelos o hendiduras en la piel, dolor o retracción (contracción) de los pezones, enrojecimiento o descamación de los pezones o de la piel de los senos, o una secreción que no sea leche materna. Recuerde que en la mayoría de los casos, cualquiera de estos cambios en los senos no quiere decir que usted tenga cáncer.

Mujeres en alto riesgo: Las mujeres con un riesgo más alto deben hablar con su doctor acerca del método de detección más apropiado para ellas. Esto pudiera significar el comienzo de mamogramas a una edad más temprana, pruebas adicionales de detección (como los estudios de imágenes por resonancia magnética) o la realización de pruebas con más frecuencia.


Mamogramas

Un mamograma (o mamografía) es una radiografía del seno. Un mamograma de detección se usa para buscar enfermedades del seno en las mujeres que aparentan no tener problemas del seno. También se puede usar el mamograma cuando la mujer tiene síntomas como una protuberancia, cambios en la piel o secreción del pezón. En este caso se le conoce como mamograma de diagnóstico.

Durante un mamograma, se comprime el seno entre dos placas durante varios segundos mientras se toman las radiografías. La presión sólo dura pocos segundos y puede que cause algún dolor, pero es necesaria para poder obtener una buena imagen. Los niveles de radiación que se usan son muy bajos. Aunque muchas personas se preocupan por la exposición a los rayos X, los niveles bajos de radiación que se usan en los mamogramas no aumentan el riesgo del cáncer de seno. Puede verlo de esta manera: si una mujer con cáncer de seno es tratada con radiación, recibirá alrededor de 5,000 rads (un término usado para medir la dosis de radiación). Si se sometiera a mamografías cada año desde los 40 a los 90 años, recibiría entre 20 y 40 rads en total.

Para el mamograma, requiere desvestirse de la cintura hacia arriba, y le darán una bata para que se cubra. Un técnico (generalmente una mujer) posicionará el seno para la prueba. La presión dura sólo unos pocos segundos mientras se toma la imagen. El procedimiento completo toma alrededor de 20 minutos. Usted deberá obtener los resultados en un lapso de 30 días o incluso en menos tiempo.

Alrededor de una de cada diez mujeres que se someten a un mamograma requieren someterse a más pruebas de imágenes. Pero la mayoría de estas mujeres no tienen cáncer de seno, por lo que no debe preocuparse si esto le llega a pasar. Sólo entre dos y cuatro mamogramas de cada mil resulta en un diagnóstico de cáncer.

Asistencia con los costos del mamograma

Medicare, Medicaid y la mayoría de los planes de seguro de salud privados cubren todo o parte del costo de esta prueba. Llámenos al teléfono 1-800-227-2345 para obtener información sobre estos centros en su área. Las pruebas para el cáncer de seno están disponibles para las mujeres que no tengan seguro médico o cuyo seguro médico no cubra dichas pruebas. Puede que estén disponibles sin costo, o a costos muy bajos a través del Programa nacional para la detección temprana del cáncer del seno y el cáncer de cuello uterino (National Breast and Cervical Cancer Early Detection Program) El Departamento de Salud de su estado debe tener información sobre este programa.

También hay un programa nuevo para ayudar a las mujeres con pocos recursos a pagar por el tratamiento contra el cáncer de seno. Para saber más sobre estos programas, puede comunicarse con los Centers for Disease Control and Prevention al 1-800-232-4636 o visitar su página en Internet en www.cdc.gov/cancer/nbccedp.

Para más información sobre mamogramas, consulte nuestro documento (disponible en inglés) Mammograms and Other Breast Imaging Procedures.


Examen clínico de los senos

El examen clínico de los senos es realizado por un experto de la salud como un médico, enfermera titulada practicante, enfermera o asistente médico. Para este examen, usted se desviste de la cintura hacia arriba. El profesional médico observará primero si hay cambios en el tamaño o forma de sus senos. Luego, usando las yemas de los dedos, el examinador palpará suavemente los senos para determinar si hay masas. También revisa el área debajo de los dos brazos. Este es un buen momento para aprender a hacerse el autoexamen de los senos si aún no sabe cómo hacerlo.


Familiarización con sus senos y el autoexamen

La mujer debe familiarizarse con el aspecto y sensación natural de sus senos y notificar inmediatamente a un médico cualquier cambio relacionado. El encontrar un cambio en sus senos no significa que haya cáncer.

Al conocer el aspecto natural y sensación de sus senos, es probable que note cualquier cambio que pudiese ocurrir. Usted también puede optar por usar un método "paso a paso" para examinar sus senos bajo un programa establecido. El mejor momento para hacerse un autoexamen de los senos es cuando los senos no están sensibles ni inflamados. Si encuentra algún cambio, acuda al médico de inmediato.

Las mujeres que tienen implantes de seno pueden hacerse el autoexamen de los senos. Puede que sea útil el apoyo del cirujano para ayudar a sentir los bordes del implante, de tal manera que usted pueda saber qué es lo que está palpando. Puede que los implantes empujen el tejido del seno, lo cual hace que sea más fácil examinarlo.

Pero no hay problema si no se realiza el autoexamen, o si lo hace sólo de vez en cuando. Contamos con información detallada sobre cómo hacerse el autoexamen de los senos para aquellas mujeres que deseen hacerlo. Tiene la opción de acceder a nuestro sitio Web o llamarnos para acceder a esta información.


Imagen por resonancia magnética

Para ciertas mujeres en un riesgo alto del cáncer de seno, la detección con imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance image, MRI) se recomienda junto con el mamograma cada año. No se recomienda generalmente como una herramienta de detección por sí misma ya que podría no detectar algunos cánceres que los mamogramas sí detectarían. Además las imágenes por resonancia magnética son más costosas que los mamogramas. La mayoría de las compañías de seguro médico cubrirán un MRI de detección si se demuestra que una mujer está en algo riesgo, pero se desconoce cuáles de estas compañías lo harían. Más adelante se ofrecen más información sobre las imágenes por resonancia magnética.


Síntomas del cáncer de seno

El uso generalizado de los mamogramas de detección ha aumentado la cantidad de tumores cancerosos del seno detectados antes de que causen algún síntoma, pero hay algunos que todavía no se detectan.

La señal más común del cáncer de seno consiste en la aparición de un nuevo tumor o bulto nuevo. El tumor que no causa dolor, es duro y tiene bordes irregulares tiene más probabilidades de ser cáncer. Sin embargo, algunos tumores cancerosos son sensibles, suaves y redondos. Por lo tanto, es importante que su médico examine cualquier irregularidad.

Otras señales del cáncer de seno incluyen las siguientes:

* Inflamación de todo o parte del seno.
* Irritación o hendiduras en la piel.
* Dolor en el seno.
* Dolor en el pezón o que el pezón se hunda (retracción).
* Enrojecimiento, descamación o engrosamiento de la piel del seno o del pezón.
* Secreción del pezón que no sea leche materna.


Algunas veces el cáncer de seno se puede propagar a los ganglios linfáticos de las axilas y causar una protuberancia o inflamación ahí, aun antes de que el tumor en el tejido del seno tenga el tamaño suficiente para poderse palpar.

Si usted presenta cualquier síntoma que pudiera ser un signo del cáncer de seno, asegúrese de acudir a su médico tan pronto como pueda. Después de hacerle algunas preguntas y de realizar un examen físico completo (incluido un examen clínico de los senos), puede que su médico requiera someterle a más pruebas como las que se mencionan a continuación.


Estudios por imágenes

Mamogramas: aunque se usan principalmente para la detección, también se pueden usar si hay algún problema con el seno. A éstos se les llama mamogramas diagnósticos. Este tipo de mamograma pudiese mostrar que todo luce normal y que puede regresar a hacerse los mamogramas cada año, o puede indicar que es necesario realizar una biopsia. Aun cuando los mamogramas no muestran un tumor, pero usted o su médico pueden palpar una protuberancia, se necesitará, por lo general, una biopsia. Una excepción a esto sería que mediante una ecografía (ver más adelante) se determinara que la protuberancia es un quiste.

Los mamogramas a menudo no resultan tan adecuados en las mujeres jóvenes, principalmente porque sus senos son densos, lo que puede ocultar el tumor. Esto también es cierto para mujeres embarazadas y las que están en lactancia. Debido a que la mayoría de los cánceres del seno ocurre en mujeres de edad avanzada, esto usualmente no representa un gran problema. Sin embargo, representa un problema para las mujeres jóvenes que tienen un factor de riesgo genético, ya que ellas a menudo llegan a tener cáncer de seno a una edad más temprana. Por esta razón, algunos doctores sugieren para estas mujeres los estudios de imágenes por resonancia magnética junto con los mamogramas para la detección.

Un mamograma no puede determinar con certeza si hay presencia de cáncer o no. Si su mamograma indica la posibilidad de algún problema, se extrae una muestra del tejido del seno y se observa bajo el microscopio. Esto se conoce como una biopsia (ver más adelante).

Imágenes por resonancia magnética: se pueden usar junto con los mamogramas como pruebas de detección para las mujeres que tienen un alto riesgo del cáncer de seno. O puede que sean usados para observar áreas que causen inquietud en un mamograma. Además, estas imágenes se pueden realizar en mujeres que tienen cáncer de seno para ayudar a determinar el tamaño del cáncer.

en estos estudios se utiliza ondas de radio e imanes muy potentes en lugar de rayos X para producir imágenes. A menudo se introduce un material de contraste, llamado gadolinio, en una vena antes del estudio para mostrar mejor los detalles. Las imágenes por resonancia magnética toman mucho tiempo (a menudo hasta una hora). Además, usted tendrá que permanecer recostada dentro de un tubo confinante que puede ser molesto para las personas que tengan temor a lugares cerrados. La máquina produce un zumbido fuerte y martillante que puede resultar incómodo. En algunos lugares se ofrecen audífonos con música para bloquear este ruido.

Ecografía (ultrasonido o sonograma) del seno: ésta usa ondas sonoras para delinear una parte del cuerpo. La onda sonora crea un eco que es recibido por una computadora para crear una imagen en la pantalla.

La ecografía (también conocida como prueba de ultrasonido o sonograma) es una prueba valiosa para usarse junto con el mamograma, ya que está disponible ampliamente, y es menos costosa que las otras pruebas. Sin embargo, la ecografía no debe ser usada por sí sola en lugar del mamograma. Por lo general, la ecografía del seno se usa en un área específica del seno que causa inquietud y que se encontró gracias al mamograma. La ecografía a veces ayuda a distinguir entre los quistes y las masas sólidas sin la necesidad de usar una aguja para extraer líquido.

Ductograma (galactograma): éste es un tipo especial de radiografía que en ocasiones resulta útil para encontrar la causa de alguna secreción del pezón. Se coloca un tubo plástico muy delgado en la abertura del conducto en el pezón. Se inyecta un líquido con un colorante para delinear la forma del conducto en una radiografía que mostrará si hay algún tumor dentro del conducto. Si existe alguna secreción, el líquido se puede analizar con un examen para determinar si tiene células cancerosas.

Existen otros estudios que pueden proveer al médico más información sobre su situación. Sienta la libertad de pedir a su médico que le explique bien el resultado de cualquiera de las pruebas a las que se someta. Además, puede ponerse en contacto con nosotros para más información.


Biopsia

Una biopsia se realiza cuando otras pruebas muestran que puede haber presencia del cáncer de seno. La única manera de asegurarse es con una biopsia. Durante esta prueba, se extraen células de la región sospechosa para estudiarlas en el laboratorio. Existen varios tipos de biopsias y el médico seleccionará el más conveniente para su caso.

Aspiración con aguja fina (FNAB): en esta prueba se usa una aguja hueca muy delgada para obtener fluido o tejido de la protuberancia. Es posible que su médico use la ecografía para guiar la aguja hacia la protuberancia. Puede que se usen medicamentos para adormecer la piel. Para esta prueba se utiliza una aguja más delgada que las usadas para extraer sangre.

Si el líquido es transparente, probablemente la masa es un quiste benigno (que no es cáncer). Un líquido sanguinolento o turbio puede significar ya sea un quiste o, raras veces, un cáncer. Si la masa es sólida, se extraen pequeños fragmentos de tejido. Estos fragmentos se examinarán para determinar si son cancerosos.

Si la biopsia no ofrece una respuesta clara, o si el médico aún no está seguro, se puede incurrir en una segunda biopsia o en una biopsia de otro tipo.

Biopsia por punción con aguja gruesa: la aguja que se usa en este tipo de biopsias es más grande que la que se usa en la FNAB. Se usa para obtener uno o más núcleos de tejido. Esta biopsia se realiza con anestesia local en el consultorio del médico.

Biopsia asistida por vacío: ésta se puede hacer con sistemas tales como el Mammotome® o el ATEC®. Primero, la piel se adormece y se hace un pequeño corte (incisión). Se introduce una sonda hueca a través del corte hacia el tejido del seno y se extrae mediante succión un fragmento de tejido. Se pueden tomar varias muestras del mismo corte. Las biopsias asistidas por vacío se realizan de manera ambulatoria. No requiere de suturas o puntadas, y sólo hay poca cicatrización. Por lo general, este método remueve más tejido que con la biopsia por punción con aguja gruesa.

Biopsia quirúrgica: algunas veces es necesario realizar una cirugía con el fin de extirpar toda o parte de una masa para examinarla bajo el microscópico. Es posible que se extirpe por completo la masa, así como el tejido normal circundante. Por lo general, esto se lleva a cabo bajo un procedimiento ambulatorio, con el uso de anestesia local (el área alrededor de la protuberancia es adormecida) y puede que se administren medicamentos para sedarle o relajarle y esté menos consciente del procedimiento. Pregunte a su médico qué tipo de biopsia le harán y qué puede esperar durante y después del procedimiento.

Análisis de biopsias en el laboratorio: el tejido que se extirpa durante la biopsia se examina en el laboratorio para ver si el área anormal del tejido del seno es benigna (no cancerosa) o maligna (cancerosa). Si el tejido no es canceroso, entonces no se requiere de más tratamiento. Si se trata de cáncer, la biopsia puede ayudar a identificar el tipo de cáncer que tiene y si es invasivo o no.

Grado del cáncer de seno

Si hay cáncer, también se asigna a la muestra de la biopsia un grado de 1 a 3. Los tumores cancerosos que se parecen mucho al tejido normal del seno tienden a crecer y propagarse más lentamente. Por regla, un número de grado más bajo significa que el cáncer está creciendo más lentamente, mientras que un número más alto significa que el cáncer está creciendo más rápidamente. El grado ayuda a predecir la expectativa (pronóstico) para la mujer. El grado del tumor es un factor que se toma en consideración al momento de decidir si es necesario administrar tratamiento adicional después de la cirugía.

Condición de receptor hormonal

Los receptores son proteínas en las superficies exteriores de las células que se pueden unir a hormonas en la sangre. El estrógeno y la progesterona son hormonas que a menudo se adhieren a estos receptores en algunas células cancerosas del seno que estimulan su crecimiento. La muestra de la biopsia se puede analizar para ver si tiene receptores de estrógeno y/o progesterona. Si es así, generalmente se le llama ER-positivo o PR-positivo. Esos tipos de tumores cancerosos tienden a tener una mejor expectativa que los tumores cancerosos que no tienen esos receptores, pues es más probable que respondan a la terapia hormonal. Alrededor de dos de cada tres cánceres de seno contienen al menos uno de estos receptores.

Condición HER2/neu

Aproximadamente uno de cada cinco cánceres del seno contiene una cantidad muy elevada de una proteína llamada HER2/neu. A los tumores con niveles aumentados de HER-2/neu se les conoce como "HER2-positivo". Estos cánceres tienden a crecer y propagarse más rápido que los otros tipos de cáncer de seno.

La prueba HER2/neu se debe hacer solamente en los cánceres del seno recién diagnosticados. Los cánceres HER2-positivo pueden ser tratados con medicamentos que atacan la proteína HER2/neu, tal como trastuzumab (Herceptin®) y lapatinib (Tykerb®). Para más información sobre estos medicamentos remítase a la sección "¿Cómo se trata el cáncer de seno?"

Se pueden llevar a cabo otras pruebas de laboratorio que ayuden a determinar cuán rápido está creciendo el cáncer y cuáles tratamientos podrían funcionar mejor.

Pruebas de patrones genéticos

La investigación ha mostrado que el estudio de los patrones de un grupo de genes al mismo tiempo puede ayudar a saber si es probable que el cáncer de seno en etapa inicial regrese después de recibir el primer tratamiento. Esto puede ayudar a decidir si recibir más tratamiento, como la quimioterapia, podría ser útil. Hay ya dos de estas pruebas que estudian los distintos grupos de genes: Oncotype DX® y MammaPrint®. Aunque algunos doctores están usando estas pruebas (junto con otra información) como un apoyo para tomar decisiones respecto a la quimioterapia, otros están esperando a que más investigaciones reporten si hacer esto resulta realmente útil.



Después de las pruebas: clasificación por etapas

La clasificación por etapas es un proceso cuyo objetivo es determinar qué tanto se ha propagado el cáncer al haberse detectado. La etapa del cáncer es el factor más importante al escoger entre las opciones de tratamiento. La etapa se establece en función de si el cáncer es invasivo o no invasivo, el tamaño del tumor, cuántos ganglios linfáticos están afectados, y si hay propagación a otras partes del cuerpo.


Pruebas para encontrar la propagación del cáncer de seno

Una o más de las pruebas siguientes se pueden hacer para ayudar a determinar cuánto se ha propagado el cáncer.

Radiografía del tórax: este estudio podría hacerse para ver si el cáncer se ha propagado a los pulmones.

Mamograma: si no se han hecho todavía, se pueden realizar más mamogramas para obtener mejores imágenes de los senos.

Gammagrafía ósea: esta prueba puede ayudar a mostrar si el cáncer se ha propagado a los huesos. Para esta prueba, se introduce una dosis muy baja de material radiactivo en una vena. Los huesos atraen este material que se muestra en la prueba como "puntos radiactivos". Estos puntos podrían ser cáncer, aunque otros problemas, como la artritis, también podrían causarlos. Puede que se necesiten otras pruebas o incluso muestras de biopsia de los "puntos radiactivos".

Tomografía computarizada: es un tipo especial de radiografía. Se toman fotografías desde diferentes ángulos y éstas son combinadas por una computadora para obtener una fotografía detallada de los órganos. En las mujeres con cáncer de seno, esta prueba se usa con más frecuencia para observar el área del pecho y/o área del estómago (abdomen) para ver si el cáncer se ha propagado hacia otros órganos. También se puede usar para guiar la aguja de una biopsia hacia una región que requiera de más atención.

Antes de la tomografía computarizada, le pedirán que tome un líquido de contraste para delinear sus intestinos. Después de tomar el primer conjunto de imágenes, es posible que le pongan una línea intravenosa mediante la cual se introduzca a la sangre el tinte de contraste. Entonces se procede con tomar un segundo conjunto de imágenes.

El contraste puede causar cierto enrojecimiento o bochorno (sensación de calor, especialmente en la cara). Algunas personas son alérgicas y presentan erupciones, y en muy pocas veces, se presentan reacciones más graves como dificultad para respirar y una baja en la presión sanguínea. Antes de someterse a esta prueba, asegúrese de decirle al médico si usted alguna vez ha presentado una reacción a cualquier material de contraste que sea utilizado en las radiografías.

Una CT toma más tiempo que las radiografías comunes. Necesita recostarse sin moverse sobre una camilla mientras se realiza el estudio. Es posible que se sienta un poco de confinamiento (sensación de estar atrapado) por el anillo dentro del cual permanece mientras se capturan las imágenes.

Imágenes por resonancia magnética (MRI): los exámenes de MRI toman imágenes utilizando ondas de radio e imanes muy potentes en lugar de rayos X. Puede ser útil para observar el cerebro y la médula espinal. Pueden ser más molestos que las tomografías debido a que toman más tiempo y requerirá que la mujer permanezca recostada dentro de un cilindro mientras se realiza la prueba. La máquina también produce un fuerte ruido retumbante que puede resultar incómodo. Algunos centros proporcionan audífonos para escuchar música y bloquear este ruido.

Ecografía: esta prueba (también conocida como ultrasonido o sonograma) se describe en la sección "¿Cómo es encontrado el cáncer de seno?" como un estudio de imágenes del seno. Pero una ecografía también puede usarse para ver si el cáncer se ha propagado hacia alguna otra parte en el cuerpo.

Tomografía por emisión de positrones (PET): esta prueba usa una forma de azúcar que contiene un átomo radiactivo. Este azúcar se introduce a través de una vena y pasa por todo el cuerpo. Las células cancerosas absorben altas cantidades de esta sustancia. Una cámara especial puede entonces ubicar a estas células a través del elemento radiactivo en el azúcar. La tomografía por emisión de positrones es útil cuando el médico piensa que el cáncer se ha propagado pero no sabe dónde. Algunas de las máquinas más nuevas pueden crear una PET y una CT al mismo tiempo.


El sistema TNM de clasificación por etapas

El sistema que más comúnmente se usa para describir las etapas del cáncer de seno es el sistema TNM del American Joint Committee on Cancer (AJCC). Este sistema toma en cuenta el tamaño y propagación del tumor (T), si el cáncer se ha propagado a los ganglios o nódulos (N) linfáticos, y si ha hecho metástasis (M) lo cual se refiere a si el cáncer ha alcanzado algún otro órgano distante. Los números después de la T, N y M proporcionan más información sobre el cáncer.

Esta información se combina en un proceso llamado agrupamiento por etapas. La etapa se expresa en números romanos. Después de la etapa 0 (carcinoma in situ), las otras etapas son del I al IV (1-4). Algunas de las etapas se subdividen usando las letras A, B y C. Por regla general, mientras más bajo sea el número, menos se ha propagado el cáncer. Un número más alto, como la etapa IV (4), significa que el cáncer se encuentra en etapa más avanzada (condición más grave de la enfermedad). Los cánceres con etapas similares tienden a tener un pronóstico similar, y a menudo son tratados de la misma manera.

Después de observar los resultados de sus pruebas, el médico le dirá la etapa de su cáncer. La clasificación de la etapa del cáncer de seno puede resultar compleja. Asegúrese de pedir a su doctor que le explique su etapa de una forma que usted entienda. Esto les ayudará a ambos a decidir el mejor tratamiento para usted.


Supervivencia al cáncer de seno de acuerdo con la etapa

La tasa de supervivencia a cinco años se refiere al porcentaje de pacientes que vive al menos cinco años después de haberse detectado el cáncer. Por supuesto, muchas personas viven mucho más de cinco años. Las tasas de supervivencia relativa a cinco años no incluyen a los pacientes que mueren de otras enfermedades. Esto significa que cualquier persona que haya muerto por otra causa, como la enfermedad del corazón, no es contabilizada.

Estos números se basan en las mujeres tratadas hace varios años. Debido a que ahora se detectan más cánceres en una etapa temprana y se usan tratamientos más nuevos y mejores, estas tasas siguen mejorando.

Etapa Tasa de supervivencia relativa a 5 años
0 100%
I 100%
II 86%
III 57%
IV 20%

Si bien estos porcentajes proveen una idea general, tenga en cuenta que cada mujer es única y que las estadísticas no pueden predecir exactamente lo que sucederá en su caso. Si tiene preguntas acerca de las probabilidades de cura para usted, o quiere saber cuál es la expectativa de vida, hable con los integrantes de su equipo de atención médica, pues ellos conocen mejor su situación.


¿Cómo se trata el cáncer de seno?

Esta información representa las opiniones de los médicos y enfermeras de la Junta Editorial del Banco de Datos de Información de la Sociedad Americana del Cáncer. Esta información representa las opiniones de los médicos y enfermeras de la Junta Editorial del Banco de Datos de Información de la Sociedad Americana del Cáncer.

La información sobre el tratamiento que aparece en este documento no representa la política oficial de la Sociedad ni pretende ser un consejo médico que sustituya la experiencia y el juicio del equipo de profesionales que atiende su cáncer. El objetivo es ayudarle, a usted y a su familia, a tomar decisiones basadas en la información, en conjunto con su médico.

Puede que su médico tenga razones para sugerir un plan de tratamiento distinto a las opciones de tratamiento general. No dude en plantear sus preguntas y dudas sobre sus opciones de tratamiento.


Tipos generales de tratamiento

Los tratamientos pueden ser clasificados en grupos amplios según su funcionamiento y el momento en que son empleados.

Tratamiento local y tratamiento sistémico

El tratamiento local se usa para tratar un tumor en un sitio específico, sin afectar el resto del cuerpo. La cirugía y la radioterapia son ejemplos de tratamientos locales.

El tratamiento sistémico es dado por la boca o a través de la sangre para pasar por todo el cuerpo y alcanzar las células cancerosas que se hayan podido propagar más allá del seno. La quimioterapia, la terapia hormonal y la terapia dirigida son tratamientos sistémicos.

Terapia adyuvante y terapia neoadyuvante

Cuando se observa en los pacientes que ya no les queda cáncer después de la cirugía y se les administra más tratamiento, éste se considera terapia adyuvante. Los médicos ahora consideran que las células cancerosas pueden desprenderse del tumor primario del seno y comenzar a propagarse a través del torrente sanguíneo, aún en etapas tempranas de la enfermedad. Es muy difícil saber si esto ha sucedido. Si ha ocurrido, estas células pueden establecer tumores nuevos en otros órganos o en los huesos. El objetivo de la terapia adyuvante es destruir estas células ocultas. Sin embargo, no todas las pacientes necesitan terapia adyuvante.

En algunas pacientes se administra terapia sistémica, por lo general quimioterapia, antes de la cirugía para encoger el tumor. A esto se le llama terapia neoadyuvante.


Cirugía del cáncer de seno

La mayoría de las mujeres con cáncer reciben algún tipo de cirugía para tratar el tumor primario del seno. El propósito de la cirugía es eliminar tanto cáncer como sea posible. También puede hacerse la cirugía para descubrir si el cáncer de seno se ha propagado a los ganglios linfáticos debajo del brazo, para restablecer la apariencia del seno tras la mastectomía o para aliviar los síntomas del cáncer avanzado. A continuación presentamos un resumen de los tipos más comunes de cirugía del cáncer de seno.

Cirugía de conservación del seno

En estos tipos de cirugía, sólo se extirpa (cortar y extraer) una parte del seno. La cantidad que se extirpa dependerá del tamaño y localización del tumor, además de otros factores.

Tumorectomía: esta cirugía extirpa solamente la protuberancia (tumor) detectada en el seno y parte del tejido normal circundante. Por lo general se administra radioterapia después de este tipo de cirugía. Si también se administra quimioterapia, es posible que la radiación se posponga hasta que finalice el tratamiento con quimioterapia. Si hay cáncer en el borde del tejido extirpado (el margen), puede que el cirujano requiera volver a extraer más tejido.

Mastectomía parcial (segmentaria) o cuadrantectomía: esta cirugía extirpa una cantidad mayor de tejido que la tumorectomía. Normalmente va seguida de radioterapia. Pero la radiación puede dejarse para más adelante si también se va a administrar quimioterapia.

Los efectos secundarios de estas operaciones pueden incluir dolor, inflamación, gran sensibilidad de corto plazo y endurecimiento debido al tejido cicatricial que se forma en el área de la cirugía.

Entre mayor sea la parte del seno extraída, habrá más probabilidad de que haya un cambio en la forma del seno después de la operación. Si los senos lucen muy diferentes después de la cirugía, es posible que se pueda hacer algún tipo de cirugía reconstructiva (vea la sección "Cirugía reconstructiva") o reducir el tamaño del seno normal para que los senos luzcan más parecidos entre sí. Es posible que esto se pueda hacer incluso durante la primera cirugía. Es por esto que deberá hablar con su doctor antes de la cirugía para tener una idea de cómo es probable que lucirán sus senos después, y también para ver cuáles podrían ser sus opciones.

Mastectomía

La mastectomía conlleva la extirpación de todo el tejido del seno, y algunas veces, junto con los tejidos adyacentes.

Mastectomía simple o total: en esta cirugía se extirpa totalmente el seno, pero no los ganglios linfáticos debajo del brazo ni el tejido muscular debajo del seno. Algunas veces ambos senos son extirpados, especialmente cuando la mastectomía se realiza para prevenir el cáncer. En caso de ser necesaria la estadía en el hospital, la mayoría de las mujeres pueden regresar a casa al siguiente día.

Para algunas mujeres que están pensando en tener una cirugía reconstructiva tras la cirugía inicial, puede que se lleve a cabo una mastectomía con conservación de la piel. Para esto, se deja intacta la mayor parte de la piel sobre el seno (a parte del pezón y la areola), lo cual puede resultar tan bien como una mastectomía simple. La cantidad de tejido mamario extirpado es la misma que en la mastectomía simple. Aunque este método no se ha estado usando tanto como el tipo de mastectomía convencional, muchas mujeres lo prefieren ya que hay menos tejido de cicatriz y facilita que el seno reconstruido luzca más natural.

Mastectomía radical modificada: extirpación de todo el seno y algunos ganglios linfáticos debajo del brazo. Esta es la cirugía más común para las mujeres con cáncer de seno a las que se les va a extirpar el seno completo.

Mastectomía radical: esta es una operación mayor en la que el cirujano extirpa el seno completo, los ganglios linfáticos que se encuentran en la región de la axila (área bajo el brazo) y la pared muscular del pecho por debajo del seno. Esta cirugía fue muy común durante un tiempo, pero ahora se realiza muy pocas veces debido a que se ha visto que la mastectomía radical modificada ofrece los mismos resultados. Pero puede que esta operación se siga haciendo para tumores grandes que están creciendo hacia los músculos que están por debajo del seno.

Posibles efectos secundarios

Además del dolor después de la cirugía y el cambio en la forma del seno, los posibles efectos secundarios de la mastectomía y la cirugía de conservación del seno incluyen la infección, así como la acumulación de sangre y de líquido transparente en la herida. Si también se extraen los ganglios linfáticos axilares (debajo del brazo), podrían presentarse otros efectos secundarios, como la inflamación del brazo y del pecho (linfedema).

Selección entre la tumorectomía y la mastectomía





Muchas mujeres que padecen cáncer en sus etapas iniciales pueden elegir entre la cirugía de conservación del seno y la mastectomía. La ventaja de la tumorectomía es que conserva la apariencia del seno. Una desventaja es la necesidad de recibir sesiones de radioterapia durante muchas semanas tras la cirugía. Por otro lado, algunas mujeres que se sometieron a una mastectomía también necesitarán radioterapia.

Asegúrese de saber todos los detalles al momento de decidir entre la tumorectomía y la mastectomía. Es posible que usted tenga una inclinación inicial a favor de la mastectomía como medida de "deshacerse del cáncer lo más rápido posible". Las mujeres tienden a preferir la mastectomía con más frecuencia que sus cirujanos debido a esta inclinación. Pero el hecho es que para la mayoría de las mujeres con etapa I o II del cáncer de seno, la tumorectomía o la mastectomía parcial (junto con la radiación) es tan eficaz como la mastectomía. No hay diferencia en las tasas de supervivencia de las mujeres tratadas con estos dos métodos en estos casos. Sin embargo, hay otros factores que pueden determinar qué tipo de cirugía es mejor para usted. Además, la tumorectomía no es una opción para todas las mujeres con cáncer de seno. Su doctor puede decirle si hay razones por las que una tumorectomía no sería lo mejor para usted.

Otras cirugías del cáncer de seno

Resección de ganglios linfáticos axilares: esta operación se lleva a cabo para saber si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos de la axila. Se extirpan algunos ganglios linfáticos y se observan bajo el microscopio. La resección axilar se usa como una prueba para ayudar a guiar otras decisiones sobre el tratamiento del cáncer.

Uno de los posibles efectos secundarios de extirpar estos ganglios linfáticos es la inflamación del brazo, llamada linfedema. Esto ocurre en alrededor de tres de cada diez mujeres a quienes se les han extirpado estos ganglios. Algunas veces se presenta una inflamación que dura sólo unas pocas semanas y luego desaparece. En otros casos, la inflamación dura mucho tiempo. Las maneras de prevenir o reducir los efectos del linfedema se analizan en la sección "¿Qué sucede después del tratamiento del cáncer de seno?". Si su brazo está inflamado, o se siente oprimido o le duele después de la cirugía de los ganglios linfáticos, asegúrese de notificarlo inmediatamente a algún miembro de su equipo de atención médica contra el cáncer.

Biopsia del ganglio linfático centinela: un ganglio linfático centinela conforma una manera de examinar los ganglios linfáticos sin tener que extirparlos todos. En este procedimiento se inyecta una sustancia radiactiva y/o un tinte en el área cerca del tumor. La sustancia y el tinte son transportados por el sistema linfático al primer ganglio linfático (centinela) que recibe linfa del tumor. Este ganglio (o ganglios) linfático es el que tiene más probabilidades de contener células cancerosas si el cáncer se ha propagado. Luego estos ganglios (a menudo dos o tres) son observados por el patólogo. Si el ganglio centinela contiene cáncer, se extirpan más ganglios linfáticos. Si no tiene cáncer, quizá no se requiera cirugía adicional de los ganglios linfáticos. Este tipo de biopsia demanda grandes conocimientos y habilidades, por lo que es necesario que sea realizada por un equipo de profesionales con suficiente experiencia en este procedimiento.

Cirugía de implante de seno o de reconstrucción: después de una mastectomía (o algunas cirugías para conservar el seno), una mujer pudiera someterse a una operación para rehacer la forma de su seno. Estas operaciones no tienen la intención de curar el cáncer, sino que se realizan para restaurar la apariencia del seno. Si usted va a tener una cirugía del seno y está considerando tener una reconstrucción del mismo, debe hablar con un cirujano plástico antes de su operación. Hay varias decisiones que tienen que tomarse, como el momento en que se llevará a cabo la cirugía y ver cuál tipo de cirugía se hará.

Puede obtener información más detallada sobre los diferentes tipos de cirugía y sus posibles efectos secundarios en nuestro documento Reconstrucción del seno después de la mastectomía. También puede resultar útil hablar con una mujer que haya tenido el tipo de reconstrucción que usted esté considerando. Las voluntarias del programa Recuperación a su Alcance ("Reach to Recovery") pueden ayudarle con este asunto. Llámenos en caso de que desee hablar con alguna de las voluntarias.

Qué esperar de la cirugía

Para muchas personas, la idea de una cirugía puede provocar miedo, pero saber qué es lo que puede esperar antes, durante y después de la cirugía ayuda a aliviar el temor.

Antes de la cirugía: un día después de su biopsia, usted podrá saber si tiene cáncer o no, pero la extensión de la enfermedad no se conocerá hasta después de la cirugía. Probablemente usted se reunirá con su cirujano varios días antes de la operación para hablar sobre lo que ocurrirá. Se le pedirá que firme un formulario de consentimiento que le otorga al médico el permiso para realizar la cirugía. Este es un buen momento para hacer cualquier pregunta que usted pudiera tener.

Es posible que le pidan que done sangre antes, por si llegara a necesitar una transfusión durante la cirugía. Su doctor también le preguntará sobre los medicamentos, vitaminas o suplementos que está tomando. Puede ser que tenga que suspender algunos durante una semana o dos antes de la cirugía.

También se reunirá con el profesional de la salud que le aplicará la anestesia (medicamento para adormecerle y que no sienta dolor) durante su cirugía. El tipo de anestesia que se va a usar depende en gran medida de la clase de cirugía que se va a realizar y de sus antecedentes médicos.

Cirugía: para la cirugía, es posible que se le ofrezca la opción de un procedimiento ambulatorio o que sea internada en el hospital. La anestesia general, que consiste de administrar medicamentos para adormecerle, por lo general se usa con la mastectomía o la disección de los ganglios axilares, y también se usa con mayor frecuencia durante la cirugía de conservación del seno. Le colocarán una línea intravenosa (por lo general en una vena del brazo), la cual se usará para administrar los medicamentos que puedan requerirse durante la cirugía. Se le conectará a un equipo de electrocardiografía (EKG, por sus siglas en inglés) y se le colocará en el brazo un manguito para medir la presión sanguínea, a fin de poder supervisar el ritmo cardiaco y la presión sanguínea durante la cirugía.

El tiempo que durará la operación depende del tipo de cirugía que se llevará a cabo. Por ejemplo, una mastectomía con extracción de los ganglios linfáticos puede tomar de dos a tres horas. Después de la cirugía, le llevarán a la sala de recuperación, en donde permanecerá hasta que despierte y sus signos vitales (presión sanguínea, pulso y respiración) sean estables.

Después de la cirugía: la duración de su hospitalización depende del tipo de cirugía que usted tenga, su estado general de salud, si tiene otros problemas médicos, su condición durante la cirugía y cómo se sienta después de la cirugía. Usted y su doctor deberán decidir cuánto tiempo requerirá permanecer en el hospital, y no su compañía de seguro médico. No obstante, es importante que revise la cobertura de su seguro médico antes de someterse a la cirugía.

Como regla general, las mujeres que se someten a una mastectomía permanecen hospitalizadas durante una o dos noches y luego se van a casa. Sin embargo, es posible que algunas mujeres deban permanecer en lugar del centro médico para estadías breves durante 23 horas antes de regresar a su hogar.

Las operaciones de menor grado como la tumorectomía y la biopsia del ganglio centinela por lo general se hacen ambulatoriamente, es decir, no es necesario que el paciente pase la noche en el hospital.

Después de la cirugía se le colocará un vendaje sobre el área de la cirugía que se arrollará cómodamente alrededor de su pecho. También tendrá uno o más tubos (drenajes) desde el seno o del área de la axila para extraer el líquido que se acumula durante la recuperación. La mayoría de los drenajes permanece de una a dos semanas en el área. Una vez el flujo haya disminuido a aproximadamente una onza diaria, se retirará el drenaje.

La mayoría de los médicos recomendará que comience a mover el brazo a poco tiempo después de la cirugía para evitar la rigidez del mismo. Muchas mujeres que se someten a una tumorectomía o mastectomía quedan sorprendidas del poco dolor que experimentan en el área del seno. Sin embargo, la experiencia es menos agradable con las sensaciones extrañas en el área de la axila (adormecimiento, punzadas/jalones).

Hable con su doctor sobre lo que puede hacer después de la cirugía para cuidar del área. Debería recibir instrucciones por escrito sobre lo siguiente:

* Cuidado de la herida y del vendaje.
* Cuidado de los drenajes.
* Cómo saber si tiene una infección.
* Cuándo llamar al médico o a la enfermera.
* Cuándo comenzar a usar el brazo y cómo hacer ejercicios con el brazo para evitar su rigidez.
* Cuándo comenzar a usar sostenes nuevamente.
* Cuándo y cómo colocarse una prótesis (forma) del seno.
* Qué comer y qué no comer.
* Qué medicamentos debe tomar (entre ellos, analgésicos y tal vez antibióticos).
* Qué actividades debe o no realizar.
* Qué sentimientos experimentará sobre su aspecto.
* Cuándo acudir a su médico para una consulta de seguimiento.
* Cómo ponerse en contacto con alguna persona voluntaria del programa "Recuperación a su Alcance" las cuales consisten de mujeres que tuvieron cáncer de seno y que están especialmente preparadas en ofrecer información, comprensión y apoyo.


La mayoría de las pacientes acude a su médico de 7 a 14 días después de la cirugía. Éste deberá explicarle los resultados de su informe patológico y ver si necesitará más tratamiento.

Dolor tras la mastectomía

El dolor en las ramificaciones nerviosas tras una mastectomía o tumorectomía se conoce como síndrome de dolor post-mastectomía (PMPS por sus siglas en inglés). Los signos de este síndrome consisten de dolor en la pared torácica y una sensación de hormigueo en el brazo. Puede que el dolor también se sienta en hombros, cicatriz, brazos o axilas. Otros malestares comunes incluyen el adormecimiento, dolor agudo o repentino y picazón excesiva.

Es importante hablar con su médico sobre cualquier dolor que esté experimentando. El PMPS puede impedirle que use su brazo y es posible que con el tiempo no pueda recuperar completamente la función normal de éste.

Este síndrome puede ser tratado. Los medicamentos comúnmente utilizados para tratar el dolor puede que no funcionen bien contra el dolor en las fibras nerviosas, pero hay otros medicamentos y tratamientos que sí son eficaces para este tipo de dolor. Hable con su médico para conseguir el control que requiera contra su dolor.


Radioterapia

La radioterapia es un tratamiento que usa rayos de alta energía (como los rayos X) para eliminar o encoger los tumores. Este tratamiento se puede usar para eliminar cualquier célula cancerosa que haya quedado en el seno, la pared torácica o en el área axilar después de la cirugía de conservación del seno. La radioterapia puede administrarse de dos formas principales.

Radioterapia externa

La mayoría de las veces, se utilizan rayos de alta energía para el tratamiento del cáncer de seno. Es muy similar al proceso de tomar radiografías comunes, pero dura más tiempo. La radioterapia se puede usar para matar las células cancerosas que queden en el seno, la pared torácica o el área de la axila después de la cirugía o, menos frecuentemente, para encoger un tumor antes de la cirugía.

El tratamiento por lo general se lleva a cabo cinco días a la semana (de lunes a viernes) en un centro ambulatorio. Comienza aproximadamente un mes tras la cirugía y dura alrededor de seis semanas. Cada sesión del tratamiento dura sólo unos minutos. El tratamiento en sí no es doloroso. Puede que se coloquen marcas con tinta o se tatúen puntos sobre su piel. Estas marcas se usarán como una guía para enfocar la radiación a la región correcta del cuerpo. Puede que usted quiera hablar con el equipo de profesionales que atiende su salud para saber si estas marcas serán permanentes. Si se va a administrar quimioterapia, por lo general ésta deberá concluir primero antes de continuar con la radioterapia.

Radiación acelerada al seno: actualmente se están estudiando nuevos métodos que conllevan administrar radiación por un periodo de tiempo aún más corto. A esto se le conoce como radiación acelerada. En uno de los métodos, se administran mayores dosis de radiación cada día, pero el curso de radiación es reducido a sólo cinco días. Mediante otro método, se administra una sola dosis grande de radiación en la sala de operaciones (quirófano) justo después de la tumorectomía (antes de que el corte en la piel del seno se cierre). Actualmente, la mayoría de los médicos siguen considerando la radiación acelerada como un método experimental.

Posibles efectos secundarios de la radiación externa: los efectos secundarios principales de la radiación son la inflamación y pesadez en el seno, cambios parecidos a quemaduras por el sol en el área de la piel tratada y sensación de mucho cansancio. Los cambios en el tejido del seno y en la piel normalmente desaparecen entre seis y doce meses más tarde. En algunas mujeres, el seno se hace más chico y duro después de la radioterapia. La radiación a los ganglios linfáticos axilares también puede causar la inflamación de largo plazo en el brazo, una condición conocida como linfedema. Puede consultar más información sobre linfedema en la sección "La vida después del tratamiento".

Braquiterapia

Otra forma de aplicar radiación es mediante la colocación de semillas radiactivas en el tejido del seno próximo al cáncer. Puede que se administre junto con la radiación externa como estimulante agregado para la radiación al tumor. También están siendo estudiadas como fuente única de radiación. Hasta el momento los resultados han sido favorecedores, pero se requiere de más investigación antes de que la braquiterapia por sí sola puede usarse como un tratamiento convencional.

Un método de braquiterapia que está siendo utilizado se conoce bajo su nombre comercial Mammosite®. Este método usa un globo adherido a un tubo delgado. El globo se coloca en el lugar de la tumorectomía y se llena con agua y sal. Luego se aplica radiactividad a través del tubo. El material radiactivo es añadido y extraído dos veces al día por cinco días durante sesiones ambulatorias. Después, el globo es desinflado y extraído.

Este tipo de braquiterapia también puede ser visto como una forma de radiación acelerada al seno. Por el momento no hay estudios que comparen directamente los resultados de este tipo de radiación con la radiación convencional de rayos externos. Se desconoce si los resultados a largo plazo serán igualmente favorables.


Quimioterapia

La quimioterapia (a menudo referida como "quimio") es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Estos medicamentos pueden ser introducidos a través de una línea intravenosa, mediante una sola inyección, o en forma de pastillas o líquidos. Éstos entran al torrente sanguíneo y llegan a todas partes del cuerpo, lo que hace que este tratamiento sea útil contra los tumores cancerosos que se han propagado a órganos distantes. Aunque los medicamentos de la quimioterapia destruyen las células cancerosas, también pueden dañar algunas células normales, lo cual puede ocasionar efectos secundarios.

¿Cuándo se usa la quimioterapia?

Existen varios casos en los que la quimioterapia puede emplearse.

Quimioterapia adyuvante: al tratamiento administrado después de la cirugía a pacientes que no parecen tener ninguna propagación del cáncer se le llama terapia adyuvante. Cuando se usa de esta manera después de la cirugía de conservación del seno o de la mastectomía, la quimioterapia reduce el riesgo de que regrese el cáncer de seno.

Incluso en las etapas iniciales de la enfermedad, las células cancerosas se pueden desprender del primer tumor del seno y propagarse a través del torrente sanguíneo. Estas células no causan síntomas, no se pueden ver en las radiografías ni se pueden palpar durante un examen físico. Sin embargo, si se les permite crecer, pueden formar nuevos tumores en otras partes del cuerpo. La quimioterapia adyuvante puede administrarse para la detección y eliminación de estas células.

Quimioterapia neoadyuvante: la quimioterapia que se administra antes de la cirugía se llama terapia neoadyuvante. El mayor beneficio de este método es que puede reducir cánceres grandes para que sean lo suficientemente pequeños al momento de ser extirpados mediante tumorectomía en lugar de mastectomía. Otra posible ventaja es que los médicos pueden ver cómo responde el cáncer a la quimioterapia. Si el tumor no se reduce, entonces puede que se requiera administrar otros medicamentos distintos. Hasta el momento, aún no se ha determinado que la quimioterapia neoadyuvante mejore los índices de supervivencia, pero al menos funciona igual de bien que la terapia adyuvante tras la cirugía.

Quimioterapia para el cáncer de seno avanzado: la quimioterapia también se puede usar como tratamiento principal para las mujeres con cáncer que ya se ha propagado fuera del seno y del área axilar en el momento del diagnóstico, o que se haya propagado después de los tratamientos iniciales.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

En la mayoría de los casos, la quimioterapia funciona mejor si se usa más de un medicamento. Los doctores administran la quimioterapia en ciclos, con cada sesión de tratamiento seguida de un periodo de descanso. El tiempo entre sesiones de tratamiento es por lo general de dos a tres semanas, y varía según el medicamento o la combinación de medicamentos. Por lo general, el curso total de tratamiento dura de tres a seis meses. Puede que el tratamiento sea más prolongado para el cáncer de seno avanzado.

Dosis densa de quimioterapia: los médicos han encontrado que administrar los ciclos de quimioterapia con mayor proximidad puede reducir la probabilidad de que el cáncer regrese y mejora la supervivencia en algunas mujeres. Por lo general, esto significa que la cantidad de quimioterapia que normalmente se suministra cada tres semanas, ahora se daría cada dos semanas. Un medicamento llamado factor de crecimiento también se incluye para estimular la producción de los glóbulos blancos. Este método puede ocasionar más efectos secundarios graves y ser más difícil de tolerar. Por lo tanto, sólo se usa para el tratamiento adyuvante de mujeres con una mayor probabilidad de que el cáncer regrese después del tratamiento.

Posibles efectos secundarios

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo de medicamento que se use, la cantidad administrada y la duración del tratamiento. Usted puede experimentar algunos de estos efectos secundarios a corto plazo:

* Caída de pelo.
* Llagas en la boca.
* Pérdida de apetito.
* Náusea y vómito.
* Un riesgo mayor a infecciones (debido a los bajos niveles de glóbulos blancos).
* Cambios en el ciclo menstrual (pudieran ser permanentes).
* Tendencia a desarrollar moretones o presentar sangrados fácilmente (a causa de bajos niveles de plaquetas).
* Cansancio extremo (la fatiga causada a menudo por escasez de glóbulos rojos u otras razones).


La mayoría de estos efectos secundarios desaparece cuando termina el tratamiento. Por ejemplo, su cabello volverá a crecer y sus niveles de células sanguíneas se normalizarán. Si usted tiene algún problema con los efectos secundarios, asegúrese de informarlo a su doctor o enfermera, ya que a menudo existen formas de ayudarle.

Cambios en los periodos menstruales: para las mujeres más jóvenes, otro posible efecto secundario de la quimioterapia consiste en los cambios de la menstruación. Los efectos secundarios permanentes pueden incluir la menopausia temprana y el no poder quedar embarazada (infertilidad). Pero recibir un tratamiento de quimioterapia no siempre dificulta el embarazo y quedar embarazada durante el transcurso del tratamiento puede originar defectos congénitos. Si es sexualmente activa, debe hablar con su doctor que atiende el cáncer sobre el uso de anticonceptivos. Si está embarazada mientras tiene cáncer de seno, usted puede recibir tratamiento. La quimioterapia se puede administrar con seguridad durante los últimos dos trimestres del embarazo.

Neuropatía: algunos medicamentos utilizados para tratar el cáncer de seno pueden afectar las terminales nerviosas. Esto en ocasiones puede derivar en síntomas (principalmente en los pies y las manos) como dolor, ardor, hormigueo, sensibilidad al frío o al calor, y debilidad. En la mayoría de los casos estos síntomas desaparecen tras el tratamiento, pero puede que sean de larga duración para algunas mujeres. Para más información al respecto, puede consultar nuestro documento (disponible en inglés) Peripheral Neuropathy Caused by Chemotherapy.

Lesiones al corazón: puede que algunos medicamentos causen lesiones al corazón si se usan por mucho tiempo o en altas dosis. Los médicos controlan cuidadosamente las dosis de estos medicamentos y están atentos a cualquier signo de complicación.

Quimiocerebro: muchas mujeres que han sido sometidas a quimioterapia notan un cambio en la concentración y la memoria. A menudo esto es referido como "quimiocerebro". Puede que este efecto dure mucho tiempo. A pesar de esto, la mayoría de las mujeres se desempeñan bien después de la quimioterapia. En los estudios que se ha encontrado que el quimiocerebro es un efecto secundario del tratamiento, la mayoría de los síntomas a menudo desaparecen después de algunos años. Para más información, consulte nuestro documento (disponible en inglés) Chemo Brain.

Aumento en el riesgo de leucemia: en muy raras ocasiones, después de varios años después de haber recibido el tratamiento contra el cáncer de seno, ciertos medicamentos de la quimioterapia podrían causar otro cáncer llamado leucemia mieloide aguda. Pero para la mayoría de las mujeres, el beneficio de tratar el cáncer de seno supera por mucho el riesgo de esta escasa probabilidad.

Sentir malestar o cansancio: después de recibir quimioterapia, muchas mujeres no se sienten tan saludables como antes. El cansancio intenso, conocido como fatiga, puede ser otro problema de largo plazo para las mujeres que reciben quimioterapia. Este efecto secundario puede durar por muchos años, pero puede ser aliviado. Hable con su doctor si el cansancio se ha convertido en un problema en su caso. También puede obtener más información al consultar nuestro documento (disponible en inglés) Fatigue in People with Cancer.


Terapia hormonal

La terapia hormonal es otra forma de terapia sistémica. Se usa con más frecuencia para ayudar a reducir el riesgo de que el cáncer regrese después de la cirugía, pero también puede ser usada para los cánceres del seno que se han propagado o que han regresado después del tratamiento.

La hormona femenina estrógeno promueve el crecimiento de las células cancerosas del seno en algunas mujeres (aquellas que padecen de cánceres con receptor positivo de estrógeno). Para estas mujeres, se toman ciertas medidas para bloquear el efecto del estrógeno o para reducir sus niveles para tratar el cáncer de seno.

Medicamentos usados para cambiar los niveles hormonales

Tamoxifeno® y toremifeno (Fareston®): los medicamentos como el tamoxifeno se usan para contrarrestar los efectos del estrógeno. El tamoxifeno se toma en píldoras (pastillas o tabletas) o en forma líquida, por lo general cada día durante cinco años después de la cirugía para reducir el riesgo de que el cáncer regrese. Este medicamento ayuda a las mujeres con cáncer de seno en etapa inicial que presenten receptores de estrógeno (que sean ER-positivo). Además, se usa para tratar el cáncer de seno que se ha propagado y para reducir la probabilidad de tener cáncer de seno en las mujeres que están en alto riesgo.

Este medicamento provoca efectos secundarios. Los más comunes son cansancio, sofocos repentinos de calor (bochornos), flujo vaginal y cambios en el estado de ánimo. En algunos estudios se ha demostrado aumento en la incidencia de cáncer del endometrio en etapa inicial (cáncer de la membrana que cubre al útero) entre las mujeres que toman tamoxifeno. Sin embargo, este tipo de cáncer por lo general se detecta en una etapa muy temprana y casi siempre se cura mediante cirugía. Si está tomando tamoxifeno y comienza a tener sangrado vaginal inusual, deberá reportarlo a su médico de inmediato. Los coágulos sanguíneos forman parte de los efectos secundarios causados por el tamoxifeno. No obstante, para la mayoría de las mujeres con cáncer de seno, los beneficios de tomar tamoxifeno superan los riesgos.

Fulvestrant (Faslodex®): este medicamento actúa al dañar el receptor de estrógeno en lugar de bloquearlo. A menudo funciona incluso si el cáncer de seno ya no responde al tamoxifeno. Se administra mediante una inyección mensual. Los efectos secundarios principales son los sofocos repentinos de calor (bochornos), las náuseas leves y el cansancio intenso. Por el momento sólo se usa en mujeres con cáncer de seno en etapa avanzada que hayan pasado por la menopausia y que ya no responden al tamoxifeno ni al toremifeno.

Inhibidores de la aromatasa: medicamentos que frenan la producción de estrógeno en el cuerpo. Sólo surte efecto en mujeres que han pasado por la menopausia y cuyos cánceres son receptores positivos de la hormona. Estos medicamentos pueden usarse posteriormente, o incluso en lugar del tamoxifeno para reducir la probabilidad de que el cáncer de seno regrese. Estos medicamentos se toman diariamente en forma de pastillas.

La mayoría de los médicos ahora recomiendan el uso de un inhibidor de la aromatasa durante algún punto del tratamiento adyuvante para las mujeres que hayan pasado por la menopausia, pero todavía no es muy claro si el comienzo de la terapia adyuvante con uno de estos medicamentos es mejor que administrar tamoxifeno y luego cambiar a un inhibidor de la aromatasa. Si se administra tamoxifeno primero, no se sabe bien por cuánto tiempo se debe administrar. La duración que funciona mejor para el tratamiento con inhibidores de la aromatasa aún no queda clara. Los estudios que actualmente se realizan deben ayudar a contestar estas preguntas.

Estos medicamentos no causan cáncer del útero y muy rara vez generan coágulos sanguíneos. Sin embargo, pueden causar pérdida de la densidad ósea y fracturas debido a la eliminación de los estrógenos del cuerpo. El efecto secundario más común de estos medicamentos es rigidez en las articulaciones y/o dolor parecido a la sensación de tener artritis en muchas articulaciones diferentes al mismo tiempo.

Cirugía para alterar los niveles hormonales

Extirpación (ablación) de los ovarios: en mujeres que no han pasado por la menopausia, los ovarios son su fuente principal en la producción de estrógenos. Al extirparlos o inhabilitarlos se elimina casi por completo todo el estrógeno, lo que ocasiona que la mujer sea posmenopáusica. Puede que esto permita que algunas terapias hormonales sean más efectivas. La ablación ovárica puede realizarse de forma permanente al extirpar los ovarios quirúrgicamente, pero también puede lograrse mediante medicamentos. Ambos métodos pueden causar que una mujer tenga los síntomas de la menopausia, incluyendo los acaloramientos y la sudoración por la noche, resequedad vaginal y variaciones en el estado de ánimo.

Otras formas de modificar los niveles hormonales

Los andrógenos (hormonas masculinas) se pueden usar después de haber intentado con otros tratamientos hormonales contra el cáncer avanzado del seno. A veces dan resultados, pero pueden causar que la mujer desarrolle características masculinas como vello facial y un tono más bajo en la voz.


Terapia dirigida

A medida que se sabe más sobre los cambios genéticos del cáncer, los investigadores han podido desarrollar medicamentos más recientes diseñados para combatir directamente estos cambios. Estos medicamentos dirigidos no funcionan igual que los medicamentos convencionales de la quimioterapia. Generalmente originan menos efectos secundarios y suelen ser menos severos. Actualmente se usan a menudo en conjunto con la quimioterapia.

Trastuzumab (Herceptin®)

Éste es un anticuerpo monoclonal (versión artificial de una proteína muy específica del sistema inmunitario). Se adjunta a la proteína promotora de crecimiento llamada HER2/neu. La HER2/neu se encuentra en pequeñas cantidades sobre la superficie de las células normales del seno y en grandes cantidades sobre las células cancerosas del seno. El cáncer de seno que contiene grandes niveles de esta proteína se denomina HER2/neu-positivo. Esta proteína acelera su crecimiento y propagación. El medicamento Herceptin puede evitar que esta proteína cause el crecimiento de las células del cáncer de seno. También puede ayudar al sistema inmunológico a combatir mejor el cáncer.

El trastuzumab se introduce con una inyección en una vena (IV), normalmente una vez a la semana o en una dosis mayor cada tres semanas. Los doctores no saben todavía por cuánto tiempo debe administrarse, pero se están realizando estudios al respecto.

Los efectos secundarios de este medicamento son relativamente leves: pueden incluir fiebre y escalofríos, debilidad, náusea, vómito, tos, diarrea y dolor de cabeza. Estos efectos secundarios son menos comunes después de la primera dosis. No obstante, puede que algunas mujeres experimenten daño cardiaco durante el tratamiento. Para la mayoría de las mujeres (pero no para todas), este efecto puede ser de corto plazo y las probabilidades son más favorecedoras cuando se deja de tomar el medicamento. Si usted está bajo este tratamiento, debe informar inmediatamente a su médico si tiene dificultad para respirar, hinchazón o problemas para realizar actividades físicas.

Lapatinib (Tykerb®)

Este es otro medicamento que ataca la proteína HER2/neu el cual se toma en forma de pastilla, la mayoría de las veces en conjunto con la quimioterapia. Se usa en algunas mujeres con cáncer que ya no responde a la quimioterapia con Herceptin. Los efectos secundarios más comunes con este fármaco incluyen diarrea, náusea, vómitos, erupciones de la piel y malestar en pies y manos, que puede incluir hormigueo, adormecimiento, enrojecimiento, hinchazón y malestar en las extremidades. La diarrea es un efecto común y puede ser severa. Es muy importante que reporte a su equipo de atención médica cualquier cambio con su función intestinal tan pronto como suceda.



Este es otro anticuerpo monoclonal que puede ser usado en pacientes con cáncer de seno metastásico. Siempre se usa junto con otros medicamentos de quimioterapia. Este anticuerpo ayuda a evitar que los tumores formen nuevos vasos sanguíneos que alimenten al tumor. El Avastin se administra por infusión intravenosa (IV). En pocas de las veces puede haber efectos secundarios graves; así mismo, la hipertensión arterial es común. Es muy importante que su médico esté muy atento de su presión arterial durante el tratamiento y que usted reporte a su equipo de atención médica cualquier cambio que sienta.


Bifosfonatos

Los bifosfonatos son medicamentos que son usados cuando el cáncer de seno se ha propagado a los huesos. Estos medicamentos pueden fortalecer los huesos que han sido debilitados al ser invadidos por las células del cáncer de seno y reducen el riesgo de fracturas. Además, los bifosfonatos pueden ayudar a prevenir el adelgazamiento de los huesos (osteoporosis) que se puede presentar a causa del tratamiento con inhibidores de la aromatasa (como se explica anteriormente) o de la menopausia temprana debida a la quimioterapia. Se administran a través de una vena.

Los bifosfonatos pueden ocasionar efectos secundarios, incluyendo síntomas parecidos a la influenza (gripe) y dolor en los huesos. Un efecto secundario poco común de los bifosfonatos, pero grave, consiste en el daño de los huesos de la mandíbula. Puede ser provocado cuando un dentista requiere sacar uno de los dientes mientras la persona se encuentra bajo tratamiento con el bifosfonato. A menudo aparece como una llaga abierta en la mandíbula que no sana. Los médicos no saben por qué sucede esto. Algunos médicos que tratan el cáncer recomiendan que los pacientes acudan a una revisión dental y que cualquier problema en su dentadura o mandíbula sea tratado antes de comenzar a tomar los bifosfonatos.


Altas dosis de quimioterapia con trasplante de médula ósea o trasplante de células madre de la sangre periférica

En el pasado, se creía que la quimioterapia en muy altas dosis seguidas de un trasplante de células madre podría brindar la mejor probabilidad de cura para algunas mujeres (especialmente en mujeres con un alto riesgo de que el cáncer regrese o que tengan una etapa avanzada de la enfermedad). Pero los médicos han visto que las mujeres que recibieron la terapia en altas dosis no vivieron más tiempo que las mujeres que recibieron el tratamiento con la dosis convencional. Además, la quimioterapia en altas dosis con apoyo de células madre puede causar efectos secundarios graves. Se sigue realizando investigación sobre este asunto. Por el momento, los expertos en el área sugieren ahora que las mujeres reciban este tratamiento sólo como parte de un estudio clínico.


Cáncer de seno que ha regresado

Cuando un cáncer regresa después del tratamiento, a esto se le llama cáncer recurrente. El cáncer puede regresar en el mismo seno o cerca de la cicatriz de la mastectomía (recurrencia local), o puede reaparecer en un punto alejado (recurrencia distante). El cáncer que se encuentra en el seno opuesto no es una recurrencia (es un nuevo cáncer que requiere de su propio tratamiento).

Recurrencia local: el tratamiento de las mujeres con recurrencia local del cáncer de seno depende del tratamiento que haya recibido antes. Si la terapia anterior consistió en la conservación del seno de la paciente, por lo general ahora se realiza una mastectomía. Si el primer tratamiento fue una mastectomía, la recurrencia cerca del sitio de la mastectomía se trata mediante una operación para cortar y extraer el tumor (extirpar), siempre que sea posible. A esto usualmente le sigue radioterapia, pero sólo si ésta no se administró después de la cirugía la primera vez (la radiación no puede ser administrada dos veces a la misma región). En cualquier caso, se puede usar terapia hormonal, trastuzumab, quimioterapia o cierta combinación de éstos después de la cirugía y/o de la radiación.

Recurrencia a distancia: como regla general, las mujeres que tienen una cáncer recurrente que se ha propagado más allá del seno y los ganglios linfáticos hacia otras partes del cuerpo (como los huesos, pulmones, cerebro, etc.) reciben terapia sistémica. La cirugía y/o la radiación pueden ser útiles en algunos casos, pero es muy poco probable que curen cánceres recurrentes, por lo tanto, la terapia sistémica es el tratamiento principal. Dependiendo de muchos factores, este tratamiento puede ser terapia hormonal, quimioterapia, terapias dirigidas, tal como trastuzumab (Herceptin), o bevacizumab (Avastin) o cierta combinación de estos tratamientos.

En caso de que su cáncer regrese, el documento When Your Cancer Comes Back: Cancer Recurrence (disponible sólo en inglés) le ofrece información sobre cómo sobrellevar esta etapa de su tratamiento.


Tratamiento del cáncer de seno durante el embarazo

El tratamiento del cáncer de seno en mujeres embarazadas dependerá de qué tan avanzado esté la gestación.

Se sabe que la radiación durante el embarazo aumenta el riesgo de defectos congénitos y, por lo tanto, no se recomienda para las mujeres embarazadas con cáncer de seno. Debido a esto, la terapia de conservación del seno (tumorectomía y radioterapia) es sólo una opción si el tratamiento se pueda demorar hasta que sea seguro para el nacimiento del bebé. Una biopsia del seno y hasta la mastectomía radical modificada son alternativas seguras para la madre y el bebé.

Por mucho tiempo se pensó que la quimioterapia era peligrosa para el bebé. Pero estudios recientes han reportado que el uso de ciertos medicamentos de la quimioterapia empleados entre el cuarto y noveno mes, no elevan el riesgo de defectos congénitos. La seguridad de la quimioterapia durante los primeros tres meses de embarazo no ha sido evaluada.

De igual manera, la terapia hormonal puede afectar al bebé y no debe comenzarse sino hasta después que la paciente haya dado a luz.

Muchos de los medicamentos que se usan como parte de la quimioterapia y la terapia hormonal pueden llegar hasta la leche materna y pasar al bebé. Por esta razón, amamantar al bebé usualmente no se recomienda mientras se reciben estos tratamientos.

Para más información, vea nuestro documento Embarazo y cáncer de seno.


Estudios clínicos

A partir del momento en que se le informa sobre su diagnóstico de cáncer, puede que necesite tomar muchas decisiones. Una de las decisiones más importantes es decidir cuál tratamiento es el más adecuado para tratar su caso. Puede que se entere sobre estudios clínicos que se estén llevando a cabo para su tipo de cáncer, o tal vez alguien de su equipo de atención médica le mencionó alguno.

Los estudios clínicos son investigaciones cuidadosamente controladas que se realizan con pacientes que participan voluntariamente. Los estudios clínicos se llevan a cabo para hacer un seguimiento de nuevos tratamientos o procedimientos promisorios.

Si quisiera formar parte de un estudio clínico, deberá comenzar con preguntar a su doctor si se llevan a cabo estudios clínicos en su hospital o clínica. Para una lista de estudios clínicos que cumplan con sus necesidades médicas, puede llamar a nuestro servicio de estudios clínicos para ayudarle a encontrar un estudio adecuado para usted. Puede acceder a este servicio llamando al 1-800-227-2345 o consultando el sitio en Internet http://clinicaltrials.cancer.org. También puede obtener una lista de los estudios clínicos actuales llamando a la línea telefónica sin costo del Servicio de Información sobre Cáncer de Instituto Nacional del Cáncer al 1-800-422-6237 o visitando el sitio Web sobre estudios clínicos del NCI www.cancer.gov/clinicaltrials.

Existen requisitos que debe cumplir para formar parte de cualquier estudio clínico. Si califica para un estudio clínico, es su decisión inscribirse o no al mismo.

Los estudios clínicos son una forma de tener acceso a la atención más novedosa contra el cáncer. Sólo a través de estos estudios los médicos aprenden sobre mejores métodos para tratar la enfermedad, aunque no todos serán adecuados para toda la gente.

Puede obtener mucha más información sobre este tema en nuestro documento Estudios clínicos: lo que usted necesita saber, el cual puede acceder en nuestro sitio Web o solicitarlo a través de nuestra línea sin costo.


Terapias complementarias y alternativas

Al tener cáncer, es probable que usted se entere de maneras que su médico no ha mencionado para tratar su tipo de cáncer o aliviar los síntomas. Todos, desde familiares y amigos, hasta foros de usuarios en Internet, ofrecen ideas que podrían serle útiles. Estos tratamientos pueden incluir vitaminas, hierbas, dietas especiales u otros métodos, como acupuntura o masaje, entre otros.

¿Qué son las terapias complementarias y alternativas?

No todos utilizan estos términos de la misma manera, los cuales a su vez se usan para referirse a muchos métodos diferentes, haciendo que esto pueda crear confusión. Aquí, utilizamos el término complementario para referirnos a los tratamientos que se utilizan junto con la atención médica. El término alternativo lo utilizamos para referirnos al tratamiento que se usa en lugar del tratamiento indicado por el médico.

Métodos complementarios: la mayoría de los métodos de tratamiento complementarios no se ofrecen como curas para el cáncer. Estos tratamientos se usan principalmente para ayudarle a sentirse mejor. Algunos métodos que se usan de manera conjunta con el tratamiento convencional son la meditación para reducir el estrés, la acupuntura para aliviar el dolor o el té de menta para aliviar las náuseas. Se sabe que algunos de estos métodos complementarios son útiles, mientras que otros no han sido probados. Se ha demostrado que algunos de estos métodos no son útiles, y algunos incluso son dañinos.

Tratamientos alternativos: puede que éstos sean ofrecidos como curas para el cáncer. La seguridad y la eficacia no han sido probadas para estos tratamientos en estudios clínicos. Algunos de estos métodos de tratamiento puede que hasta sean dañinos o provoquen efectos secundarios potencialmente mortales. Pero el mayor peligro en la mayoría de los casos, es que usted pierda la oportunidad de beneficiarse de un tratamiento convencional. Las demoras o interrupciones en sus tratamientos médicos puede que permitan más tiempo para que el cáncer se desarrolle y sea menos propenso a responder al tratamiento estándar.

Cómo obtener más información

Es fácil darse cuenta por qué puede que las personas con cáncer quieran considerar los métodos alternativos. Uno siempre desea hacer todo lo posible para combatir el cáncer, y la idea de un tratamiento sin efectos secundarios resulta atractiva. Algunas veces los tratamientos médicos, como la quimioterapia, pueden ser difíciles de tolerar o puede que ya no funcionen. Sin embargo, la verdad es que la mayoría de estos métodos alternativos no han sido investigados, ni han probado ser eficaces en el tratamiento contra el cáncer.

Al estar contemplando sus opciones, tenga en consideración las siguientes tres medidas:

* Esté atento de las señales de advertencia que sugieran que pueda tratarse de algún fraude. ¿Promete el método ser una cura para todos o la mayoría de los tipos de cáncer? ¿Se le ha dicho que no se someta a los tratamientos médicos convencionales? ¿Hay algún "secreto" del tratamiento que hace que requiera acudir con ciertos proveedores o viajar a otro país?

* Hable con su médico o enfermera sobre cualquier método que esté considerando usar.

* Póngase en contacto con nosotros llamando al 1-800-227-2345 para informarse más sobre los métodos complementarios y alternativos en general, así como para saber más sobre los métodos específicos que esté considerando.


La decisión es suya

Las decisiones sobre cómo tratar o manejar su cáncer siempre son suyas. Si desea emplear un tratamiento no convencional, infórmese todo lo que pueda sobre dicho método y hable al respecto con su médico. Al contar con información adecuada y con el apoyo del equipo de profesionales que atiende su salud, puede que logre emplear con seguridad los métodos que puedan beneficiarle mientras evita aquellos que podrían ser perjudiciales.



¿Cuáles son algunas de las preguntas que puedo hacerle a mi doctor?

A medida que usted se va enfrentando al cáncer y al tratamiento contra el cáncer, le animamos a que mantenga conversaciones honestas y abiertas con su médico. Siéntase en libertad de formular cualquier pregunta que tenga en su mente, sin importar lo insignificante que parezca. A continuación le presentamos algunas preguntas que usted quisiera hacer. Asegúrese de añadir sus propias preguntas conforme se le ocurran. Las enfermeras, los trabajadores sociales y demás participantes del tratamiento podrán también responder a muchas de sus preguntas.

* ¿Puede anotar, por favor, el tipo exacto de cáncer que tengo?
* ¿Cómo esto afecta mis opciones de tratamiento y mi pronóstico?
* ¿Puedo obtener una copia de mi informe patológico?
* ¿Se ha propagado el cáncer a los ganglios linfáticos u a otros órganos?
* ¿En qué etapa se encuentra el cáncer? ¿Qué significa esta etapa en mi caso?
* ¿Se necesitan hacer otras pruebas antes de decidir sobre el tratamiento?
* ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento? ¿Qué recomienda? ¿Por qué?
* ¿Debería considerar las pruebas genéticas?
* ¿Debo considerar la participación en un estudio clínico?
* ¿Cuáles son los riesgos o los efectos de los distintos tratamientos?
* ¿Qué puedo hacer para prepararme para el tratamiento?
* ¿Qué tan bien debo esperar que quede el seno tras la cirugía reconstructiva en caso de que la necesite o la quiera tener?
* ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de realizar la reconstrucción del seno de inmediato tras la cirugía para eliminar el cáncer en comparación con hacer la reconstrucción posteriormente?
* ¿Cómo lucirán y se sentirán mis senos después del tratamiento?
* ¿Tendré sensibilidad normal en los senos después del tratamiento?
* ¿Se me caerá el cabello? De ser así, ¿qué puedo hacer al respecto?
* ¿Cuáles son las probabilidades de que el cáncer regrese con el tratamiento que usted sugiere? ¿Qué haríamos si eso sucediera?
* ¿Debo seguir una dieta especial o hacer otros cambios en mi estilo de vida?
* ¿Pasaré por la menopausia como consecuencia del tratamiento?
* ¿Podré tener hijos después del tratamiento?
* ¿Cuál es la expectativa de supervivencia esperada en base a cómo usted ve mi cáncer?
* ¿Qué tipo de atención médica de seguimiento necesitaré después del tratamiento?


Asegúrese de escribir cualquier pregunta que pueda tener y que no se encuentre en la lista. Por ejemplo, es posible que desee preguntar sobre los tiempos de recuperación para que pueda planear su horario de trabajo. Puede que usted quiera preguntar sobre segundas opiniones. Puede ser útil que le acompañe otra persona o que grabe su conversación con el médico. También puede ser de utilidad que saque copias de su historia médica, informes patológicos y radiológicos en caso de que desee buscar una segunda opinión posteriormente.


La vida después del tratamiento

Completar el tratamiento puede causar tanto estrés como entusiasmo. Usted sentirá alivio de haber completado el tratamiento, aunque aún resulte difícil no sentir preocupación sobre el regreso del cáncer, lo que se conoce como recurrencia. Ésta es una preocupación muy común entre las personas que han tenido cáncer.

Es posible que pase un tiempo antes de que la confianza en su propia recuperación comience a sentirse real y que sus miedos sean un tanto aliviados. Para más información sobre este tema, remítase a nuestro (disponible en inglés) Living With Uncertainty: The Fear of Cancer Recurrence.

También es importante mantener un seguro médico. Aunque nadie quiere pensar que su cáncer puede regresar, esto siempre es una posibilidad. En caso de que el cáncer regrese, nuestro documento When Your Cancer Comes Back: Cancer Recurrence (disponible sólo en inglés) le ofrece información sobre cómo sobrellevar esta fase de su tratamiento.


Cuidados posteriores

Después de completar el tratamiento es muy importante acudir a todas las citas de seguimiento. Durante estas visitas, sus médicos preguntarán si tiene síntomas, puede que haga exámenes físicos y requerirán que se realicen análisis de sangre o estudios por imágenes. La atención de seguimiento es necesaria para determinar si hay recurrencia o propagación del cáncer, así como posibles efectos secundarios de ciertos tratamientos. Éste es el momento de hacerle cualquier pregunta al equipo de atención médica, así como hablarle sobre cualquier inquietud que pudiera tener.

Casi todos los tratamientos del cáncer tienen efectos secundarios. Algunos pueden durar desde algunas semanas hasta varios meses, aunque otros pueden ser permanentes. No dude en hablar con el equipo de atención del cáncer sobre cualquier síntoma o efecto secundario que le cause algún malestar para que le puedan ayudar a tratarlo.

Inicialmente, estas visitas se programan cada cuatro a seis meses. Mientras más tiempo esté libre de cáncer, con menor frecuencia requerirá acudir a su doctor. Después de cinco años, las visitas se hacen generalmente una vez al año. Si usted se sometió a una cirugía de conservación del seno, será necesario que se siga haciendo los mamogramas cada año.

Si usted está tomando tamoxifeno, debe hacerse un examen pélvico todos los años. Asegúrese de decirle inmediatamente a su médico si tiene algún sangrado vaginal anormal porque este medicamento puede aumentar el riesgo de cáncer del útero. Si está tomando un inhibidor de la aromatasa, es posible que su médico quiera revisar su densidad ósea.

Si hubiera alguna indicación de que el cáncer pudiera haber regresado, el médico solicitará más pruebas. Si el cáncer regresa, el tratamiento dependerá de la ubicación del cáncer, así como de los tratamientos que se emplearon previamente. El tratamiento pudiera incluir cirugía, radioterapia, terapia hormonal o quimioterapia.


Linfedema

El linfedema es la inflamación del brazo y/o es causado por la acumulación de líquido. Puede ocurrir en cualquier momento después del tratamiento contra el cáncer de seno, ya sea justo tras de la cirugía, o algunos meses e incluso años después. No hay manera de saber quién padecerá linfedema y quién no lo padecerá.

Si se tiene cuidado, a menudo se puede evitar el linfedema o, en caso de que aparezca, se puede mantener bajo control. Las lesiones o infecciones en el brazo del lado afectado pueden causar linfedema o empeorarlo. Reporte a su médico inmediatamente cualquier inflamación, rigidez o lesión en la mano o brazo. Existen maneras para ayudar a prevenir ciertas complicaciones. Por ejemplo, la mayoría de los doctores recomienda que las mujeres eviten la extracción de sangre o tomar la presión arterial del brazo del lado donde se hizo la cirugía de ganglio linfático o se administró la radiación. Para más información, consulte nuestro documento Linfedema: lo que toda mujer con cáncer de seno debe saber.


Calidad de vida

Las mujeres que han sido sometidas al tratamiento contra el cáncer de seno deben saber que pueden tener una calidad de vida normal una vez que se complete el tratamiento, y varios estudios han demostrado esto. Pero puede que las mujeres que recibieron quimioterapia tengan una ligera disminución del funcionamiento en ciertas áreas.

Algunos estudios sugieren que las mujeres más jóvenes tienden a tener más problemas con la ansiedad que causa el cáncer de seno y su tratamiento. Algunas se sienten aisladas. Además, la quimioterapia puede causar la menopausia temprana lo cual también es una condición que requiere tratarse. Es posible que también haya problemas de tipo sexual. Podría ser que estas mujeres se beneficien de la asesoría profesional y de los grupos de apoyo dirigidos a las sobrevivientes jóvenes del cáncer de seno.


Aspectos emocionales del cáncer de seno

Puede que usted esté pasando por mucho durante el tratamiento a tal punto que no pueda enfocarse en ninguna otra cosa. Una vez que finalice su tratamiento, es posible que las emociones le sean abrumadoras. Esto les ocurre a muchas personas. Éste es el momento ideal para buscar apoyo. Usted necesita personas a quienes acudir para obtener fortaleza y consuelo. El apoyo puede provenir de muchas fuentes: familia, amigos, grupos de apoyo, iglesias o grupos espirituales, grupos de apoyo en línea u orientadores individuales. La experiencia del cáncer puede hacerle sentir sola, pero no tiene por qué pasar por esta experiencia por sí sola. Si no sabe bien quién puede ayudarle, llámenos y nosotros le pondremos en contacto con algún grupo de ayuda o recurso disponible.


Imagen corporal

La decisión de una mujer sobre su tratamiento probablemente está influenciada por su edad, la imagen que tenga de sí misma y de su cuerpo, así como de sus esperanzas y temores. Por ejemplo, puede que algunas mujeres seleccionen la cirugía de conservación del seno con radiación en vez de una mastectomía por razones de imagen corporal. Por otro lado, algunas mujeres optan por la mastectomía, sin preocuparse del efecto en su imagen corporal. Tal vez les preocupen más los efectos de la radiación que la forma en que lucirá el seno después del tratamiento.

Muchas mujeres con cáncer de seno también se ven en la necesidad de confrontar el hecho de que sufrieron cambios en su apariencia física debido al tratamiento. Algunos cambios puede que sean de corto plazo, como la pérdida del cabello. Pero incluso este tipo de cambios tienen un gran efecto sobre cómo la mujer se siente de sí misma. Hay un número de alternativas disponibles que ayudan a que la mujer confronte la pérdida del cabello, como el uso de pelucas, sombreros y bandas para la cabeza, entre otras. Para una lista de algunas compañías que venden pelucas y otros accesorios de cabello, llame a la Sociedad Americana del Cáncer al 1-800-227-2345 y solicite el documento en inglés Breast Prostheses and Hair Loss Accessories List. Por otro lado, algunas mujeres puede que escojan mostrar su reciente calvicie como una forma de identificarse a sí mismas como sobrevivientes de cáncer.

Cual sea el cambio que tenga que confrontar, es importante saber que hay asesoría y apoyo disponible para ayudarle a lidiar con estos cambios. Hablar con su médico o enfermera a menudo es un buen punto de partida. También suelen haber muchos grupos de apoyo, tal como el programa Recuperación a su Alcance (Reach to Recovery). Póngase en contacto con nosotros para información sobre programas de este tipo en su región.

Prótesis y sostén de seno versus reconstrucción del seno

Algunas mujeres que han tenido una mastectomía pueden elegir usar una prótesis en lugar de la reconstrucción. Su doctor le indicará cuando esté lista para hacerse una prótesis a la medida. Los precios pueden variar, por lo que debe tomarse su tiempo para buscar una que se le vea y quede bien.

Es posible que el sostén correcto para usted sea el que siempre ha usado. A menudo se le puede adaptar a la prótesis del seno el sostén que usa habitualmente. Asegúrese de corroborar con su compañía de seguro médico lo que está cubierto y cómo presentar un reclamo. Además, pídale a su médico que le dé prescripciones para su prótesis y sostenes especiales. Cuando compre las prótesis o sostenes, pida que escriban la palabra "surgical" (quirúrgico) en las facturas.

Tenga presente que si usted presenta una requisición con su plan de seguro médico (reclamación) para una prótesis de seno o sostén, pudiera ser que la compañía no cubra una reconstrucción si usted decide que quiere hacerse este procedimiento en el futuro. Obtenga todos los datos antes de presentar cualquier reclamación.

Asegúrese de llamar a la voluntaria del programa Recuperación a su Alcance (Reach to Recovery) para hacerle cualquier pregunta que pueda tener. Ella le dará sugerencias, materiales de lectura adicionales y consejos. Recuerde que ella ha estado en su situación y puede que le comprenda mejor que la mayoría de las personas.


Sexualidad

Las inquietudes sobre la sexualidad a menudo preocupan mucho a una mujer con cáncer de seno. Además de los asuntos relacionados con la imagen corporal, algunos tratamientos contra el cáncer de seno, como por ejemplo la quimioterapia, pueden cambiar los niveles hormonales de una mujer y puede reducir su interés o respuesta sexual. Puede ser especialmente difícil para una mujer con cáncer de seno que tenga entre 20 y 30 años de edad, ya que frecuentemente durante este periodo es muy importante la selección de una pareja y tener hijos.

La pareja de una mujer con cáncer de seno puede también experimentar angustia debido al diagnóstico. Las parejas con frecuencia se preocupan sobre cómo expresar su amor física y emocionalmente después del tratamiento, especialmente después de la cirugía.

El tratamiento del cáncer de seno puede afectar el placer que se obtiene de tocar los senos. En un seno reconstruido, se pierde en gran medida la sensibilidad de placer que resulta al tocar el pezón, ya que un pezón reconstruido tiene mucho menos sensibilidad que uno natural. Además, la piel del seno en sí puede ser menos sensible. Sin embargo, puede que con el tiempo se recupere parte de la sensibilidad.

Independientemente, algunas mujeres disfrutan las caricias en la región de la cirugía; a otras les disgusta que las toquen en esa área y puede ser que ni siquiera disfruten las caricias en el seno que les queda. Un número reducido de mujeres experimenta dolor crónico en el tórax después de la mastectomía radical. Puede que sea útil apoyar estas regiones con almohadas y evitar las posiciones en las que su peso recaiga sobre su pecho o brazo durante la actividad sexual.

La cirugía del seno o la radiación a los senos no disminuye físicamente el deseo sexual de la mujer, ni tampoco disminuye su capacidad para tener relaciones sexuales normales o para alcanzar el orgasmo. Una buena noticia que ha surgido de las investigaciones recientes es que la mayoría de las mujeres con cáncer de seno en etapa temprana se ha adaptado bien en un periodo de un año. Ellas reportan que su calidad de vida es muy parecida a la de las mujeres que nunca han tenido cáncer.

Por favor recuerde que cada mujer reacciona a su manera. Sus sentimientos no son correctos o inapropiados, sino que simplemente son sus sentimientos. Para más información, consulte el documento Sexualidad para la mujer con cáncer.


El embarazo en las sobrevivientos del cáncer de seno

En el pasado, muchos médicos les aconsejaban a las sobrevivientes del cáncer de seno no quedar embarazadas. Aunque sólo se han realizado pocos estudios, en casi todos se ha encontrado que el embarazo no aumenta el riesgo de que el cáncer regrese después de un tratamiento exitoso. Si está considerando un embarazo, asegúrese de hablarlo con su médico primero. En ocasiones, la asesoría psicológica puede serle útil para poner en perspectiva los problemas complejos sobre la maternidad y la supervivencia al cáncer de seno.


Terapia posmenopáusica después del cáncer de seno

En el pasado, los doctores han ofrecido la PHT (también conocida como terapia de reemplazo hormonal o HRT por sus siglas en inglés) a las mujeres después del tratamiento contra el cáncer de seno para contrarrestar los síntomas graves de la menopausia. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que las mujeres que toman PHT después del tratamiento tienen una probabilidad mucho mayor de que el cáncer regrese o desarrollar un nuevo cáncer de seno. Por esta razón, la mayoría de los médicos ahora consideran que no es una buena idea administrar la PHT a las mujeres que han recibido tratamiento contra el cáncer de seno. Las mujeres pueden hablar con sus médicos sobre otros métodos para lidiar con los síntomas de la menopausia.


Consultas con un nuevo doctor

En algún momento después del diagnóstico y tratamiento del cáncer, es posible que usted tenga que consultar a un médico nuevo. Es importante que usted le proporcione a su nuevo médico los detalles exactos de su diagnóstico y tratamiento. Asegúrese de que tenga disponible la siguiente información y que siempre conserve consigo copias de todos sus expedientes médicos:

* Una copia de su informe patológico de cualquier biopsia o cirugía.

* Si ha tenido cirugía, una copia del informe operatorio.

* Si se le ha hospitalizado, una copia del informe de alta que cada médico tiene que preparar cuando los pacientes son remitidos a casa.

* Si recibió radioterapia, un resumen del tipo y dosis de radiación, así como el momento y el lugar en donde se administró.

* Si recibió una terapia sistémica (terapia hormonal, quimioterapia o terapias dirigidas), una lista de los medicamentos, dosis y cuándo se tomaron.



Cambios en el estilo de vida que debe considerar durante y después del tratamiento

El cáncer y el tratamiento pueden consumir tiempo y causar desgaste emocional. No obstante, también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Quizás usted está considerando mejorar su estado general de salud a largo plazo.

Tome decisiones saludables

Reflexione acerca de cómo era su vida antes de que usted supiera que tenía cáncer. ¿Había cosas que usted hacía que no eran tan saludables? Quizás usted consumía demasiadas bebidas con alcohol, comía más de lo que necesitaba, fumaba o no hacía ejercicio a menudo.

Ahora no es el momento de sentirse culpable o culparse a sí mismo. El día de hoy puede comenzar a hacer cambios que puedan tener buenos efectos durante el resto de su vida. No sólo se sentirá mejor, pero también estará más saludable.

Usted puede comenzar a trabajar en los aspectos que más le preocupan. Obtenga ayuda en aquéllos que le resulten más difíciles. Por ejemplo, si está considerando dejar de fumar y necesita ayuda, llame a nuestra línea Quitline® para dejar de fumar al 1-800-227-2345.

Alimentación y nutrición

Alimentarse bien puede ser un reto para cualquier persona, aunque puede ser aún más difícil durante y después del tratamiento del cáncer. Si está aún bajo tratamiento y está experimentando problemas para comer debido al mismo, puede solicitar una copia de nuestra guía de Nutrición para la persona con cáncer.

Una de las mejores cosas que puede hacer después del tratamiento consiste en adoptar hábitos sanos de la alimentación. Usted se sorprenderá de los beneficios a largo plazo de algunos cambios simples, como aumentar la variedad de alimentos saludables que consume. Trate de comer cinco o más porciones de frutas y verduras cada día. Consuma alimentos de grano integral en vez de azúcares y harinas. Trate de limitar el consumo de carnes altas en grasa. Disminuya el consumo de carnes procesadas, como perros calientes (hot dogs), mortadela (bologna) y tocino. Además, si toma alcohol, limítelo a máximo una o dos bebidas por día. No olvide hacer algún tipo de ejercicio de forma habitual. La combinación entre una buena dieta y el ejercicio de rutina le ayudará a mantener un peso saludable y hacerle sentir más energía.

Peso

Para una mujer con cáncer de seno, alcanzar un peso adecuado y mantenerlo es una de las cosas más importantes que puede hacer. Algunos estudios han reportado que las mujeres que tienen mucho sobrepeso al momento en que se les detecta su cáncer son más propensas a que éste les regrese. También son más propensas a morir por cáncer. Los estudios también han reportado que subir mucho de peso después del cáncer puede tener el mismo efecto. Pero no todos los estudios mostraron este resultado.

Descanso, cansancio, trabajo y ejercicio

El cansancio es un síntoma muy común entre las personas que están recibiendo tratamiento contra el cáncer. Éste a menudo no es un tipo de cansancio ordinario, sino un agotamiento que no se alivia con el descanso. Para algunas personas, este cansancio dura mucho tiempo después del tratamiento, y puede provocar que no sientan deseos de mantenerse físicamente activas. Sin embargo, el ejercicio puede en realidad ayudar a reducir el cansancio. Además, estudios recientes sugieren que las mujeres que han tenido cáncer de seno y que son físicamente activas, tienen probabilidad de que su cáncer regrese, así como un menor número de muertes en comparación con las mujeres que no son físicamente activas.

Si usted padece de una enfermedad y necesita permanecer en cama durante el tratamiento, es normal esperar que la fuerza de sus músculos, su estado físico y su resistencia se deterioren un poco. La terapia física puede ayudarle a mantenerse fuerte y mantener el movimiento normal de sus músculos, lo que puede ayudar a combatir el cansancio y la depresión que algunas veces surge al sentir tanto cansancio.

Cualquier programa de actividad física debe ajustarse a su situación personal. Hable con su equipo de atención médica antes de comenzar los ejercicios, y consulte su opinión sobre los planes de ejercicio. Luego, puede procurar que alguien le acompañe a hacer los ejercicios para que mutuamente se motiven al no hacerlos solos.

Sin embargo, si usted siente demasiado cansancio, necesitará balancear la actividad con el descanso. Es aceptable que descanse cuando sienta agotamiento. Para más información sobre el cansancio, consulte nuestros documentos (disponibles en inglés) Fatigue in People With Cancer y Anemia in People With Cancer.

El ejercicio puede mejorar su salud física y emocional:

* Mejora su condición cardiovascular (corazón y circulación).
* Fortalece sus músculos.
* Reduce el cansancio.
* Reduce la ansiedad y la depresión.
* En general, le hace sentir más feliz.
* Le hace sentir mejor sobre sí mismo.


Además, sabemos que el ejercicio desempeña un papel en la prevención de algunos cánceres. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que para la prevención del cáncer de seno, las mujeres deben involucrarse en una actividad física de moderada a vigorosa durante 45 a 60 minutos por 5 días o más a la semana. Mientras que las actividades moderadas son aquellas que requieren de un esfuerzo igual al de una caminata a paso ligero, las actividades vigorosas involucran a un grupo mayor de músculos y hacen que usted sude y aumente notablemente el ritmo cardiaco, así como la frecuencia en la respiración.



¿Qué hay de nuevo en las investigación del cáncer de seno?

En muchos centros médicos alrededor del mundo, actualmente se están realizando investigaciones sobre las causas, la prevención y el tratamiento del cáncer de seno.

Causas del cáncer de seno

Se siguen realizando estudios para descubrir los factores y hábitos en el estilo de vida que pueden alterar el riesgo del cáncer de seno. Algunos estudios en curso están evaluando los efectos del ejercicio, aumento o pérdida de peso y alimentación en el riesgo del cáncer de seno. También estamos aprendiendo más sobre cómo influyen los genes en el cáncer de seno, lo que debe progresar más rápido gracias a que ya se ha trazado el mapa del genoma humano.

Un gran estudio de largo plazo se está llevado acabo para determinar las causas del cáncer de seno. Es conocido como El Estudio de Hermanas y hace seguimiento no de las pacientes en sí, sino de 50,000 mujeres cuyas hermanas han tenido cáncer de seno. Durante 10 años, se reúne la información sobre muchos factores que podrían causar esta enfermedad. Una rama de “El Estudio de Hermanas”, llamada “El Estudio de Dos Hermanas”, está diseñada para buscar las posibles causas de la aparición temprana del cáncer de seno. Si desea más información sobre estos estudios puede llamar al 1-877-474-7837 o visite el sitio Web www.sisterstudy.org.


Quimioprevención

Varios estudios han sugerido que los medicamentos como el tamoxifeno y el raloxifeno, pueden reducir el riesgo del cáncer de seno en las mujeres con ciertos factores de riesgo de esta enfermedad; pero hasta el momento, muchas de las mujeres no quieren tomar estos medicamentos debido a la preocupación sobre los posibles efectos secundarios.

Estudios más recientes están viendo si los inhibidores de la aromatasa pueden reducir el riesgo del desarrollo del cáncer de seno en mujeres que ya pasaron por la menopausia. Estos medicamentos ya se han estado usando para ayudar a prevenir las recurrencias del cáncer de seno, aunque en este momento ninguno de ellos ha sido aprobado para reducir el riesgo de esta enfermedad.

Por otro lado, la fenretinida, un medicamento relacionado a la vitamina A, también está siendo estudiado como una manera de reducir el riesgo de cáncer de seno. En un estudio de poco alcance, este medicamento redujo el riesgo de cáncer de seno tanto como el tamoxifeno. También se han estado estudiando otros medicamentos para reducir el riesgo del cáncer de seno. Para obtener más información, consulte nuestro documento Medicamentos para reducir el riesgo del cáncer de seno.


Nuevas pruebas de laboratorio

Estudios genéticos

Uno de los problemas con el cáncer de seno en sus etapas iniciales es que los médicos no siempre pueden decir con precisión cuáles mujeres tienen un riesgo mayor de que el cáncer regrese tras el tratamiento. Es por esta razón que casi todas las mujeres se someten a algún tipo de tratamiento adyuvante después de la cirugía. En busca de determinar mejor quién necesitará tratamiento adyuvante, los investigadores han estudiado muchos aspectos del cáncer de seno.

En años recientes, los científicos han podido asociar ciertos patrones de genes con cánceres más agresivos, aquellos que tienden a regresar y a propagarse a áreas distantes. Algunas pruebas de laboratorio que se basan sobre estos hallazgos ya está disponibles, pero los médicos aún intentan determinar la mejor forma de emplearlas. Además, otras pruebas están siendo estudiadas.

Clasificación del cáncer de seno

La investigación sobre los patrones genéticos también han sugerido nuevas formas de agrupación de los cánceres de seno. Los tipos actuales del cáncer de seno se basan en gran parte en la apariencia de los tumores cuando son observados con un microscopio. Un sistema más reciente, el cual se basa sobre las características moleculares, puede que sea mejor en predecir la perspectiva y respuesta de algunos tratamientos contra el cáncer de seno.

Células tumorales en la sangre

Puede que las células se separen del tumor e ingresen a la sangre en muchas de las mujeres con cáncer de seno, según lo han reportado los investigadores. Estas células tumorales pueden encontrarse a través de pruebas sensibles de laboratorio Estas pruebas aún no están disponibles para su uso general, pero en un futuro puede que sean útiles para saber si el tratamiento como la quimioterapia está surtiendo efecto, o para determinar si el cáncer ha regresado tras el tratamiento.


Estudios por imágenes más recientes

Actualmente se están estudiando métodos más recientes de estudios por imágenes para ver cómo se pueden usar para observar las áreas de cambio en el seno que pudieran ser cáncer. Puede encontrar más información sobre estos métodos en nuestro documento (disponible en inglés) Mammograms and Other Breast Imaging Procedures.


Tratamiento

Tipos de mastectomía más nuevos

Actualmente se están estudiando tipos de mastectomía más nuevos con los que se trata obtener mejores resultados en la apariencia.

Mastectomía con conservación del pezón: éste es un método aún más nuevo similar a la mastectomía con preservación de la piel en el que se corta el pezón y la areola cuando se extirpa el tejido del seno. En la mastectomía con preservación del pezón se raspa el tejido del pezón y la piel más oscura que lo rodea (areola) y un patólogo lo examina. Luego el pezón y la areola se pueden reconectar siempre y cuando no se encuentren células cancerosas cerca de ellos.

Se necesitan más estudios de estos métodos para asegurar que no resulten en un riesgo mayor de originar cáncer o que éste regrese.

Cirugía oncoplástica

En ocasiones tras la cirugía, los senos pueden quedar de distintos tamaños o formas. Algunos doctores están probando resolver este problema al combinar la cirugía contra el cáncer con la cirugía plástica. A este procedimiento se le conoce como cirugía oncoplástica, e involucra volver a dar una forma al seno al momento que se lleva a cabo la cirugía con conservación del seno, y puede que implique operar sobre el otro seno también para darle una apariencia similar con el seno reconstruido. Este enfoque aún es relativamente nuevo, y no todos los médicos lo consideran apropiado. La preocupación principal es determinar si la cirugía oncoplástica podría propiciar que no se extraiga todo el tejido tumoral.

Cirugía de reconstrucción del seno

Los adelantos en la reconstrucción de los vasos sanguíneos (cirugía microvascular) han servido para mejorar la reconstrucción del seno.

Se ha demostrado con la investigación que las mujeres que tienen implantes de seno usados para la reconstrucción del seno no tienen un riesgo mayor de enfermedades del sistema inmunológico que las mujeres que no han tenido esta cirugía. Además, los implantes de seno no han demostrado aumentar el riesgo de que el cáncer regrese o que se origine uno nuevo. Para más información sobre los tipos de reconstrucción del seno, remítase al documento Reconstrucción del seno después de la mastectomía de la Sociedad Americana del Cáncer.

Radioterapia

Los médicos están comparando la administración dosis más grandes de radiación durante menos días contra el programa convencional de radiación. Los estudios han reportado que administrar radiación durante tres semanas parece ser igual de efectivo que el programa tradicional de cinco semanas. Otros estudios están viendo administrar dosis incluso mayores diariamente durante un periodo más breve, como una semana.

Para las mujeres que necesitan radiación después de la tumorectomía, un método llamado APBI (radiación parcial acelerada al seno) puede ofrecer una manera más fácil de recibirla (contrario a los tratamientos convencionales de radiación diaria que toman muchas semanas en completar). Existen varios tipos de APBI que actualmente se están estudiando. Se están realizando estudios de gran escala para determinar si estas técnicas funcionen tan bien como la radiación convencional en la prevención de que el cáncer regrese.

Nuevos medicamentos de quimioterapia

Debido a que los cánceres avanzados del seno a menudo son difíciles de tratar, los investigadores están descubriendo mejores medicamentos. Se ha desarrollado un nuevo medicamento que ataca los cánceres causados por mutaciones del gen BRCA. Este medicamento llamado olaparib, dio buenos resultados en el tratamiento contra el cáncer de seno, ovario y próstata que se había propagado y que era resistente a otros tratamientos. Actualmente se están llevando a cabo más estudios para saber si este medicamento puede ayudar a las pacientes que no tienen mutaciones BRCA.

Terapias dirigidas

Las terapias dirigidas son un grupo de medicamentos más nuevos que se aprovechan de los cambios genéticos en las células que causan cáncer. Dos de estos medicamentos, el trastuzumab (Herceptin) y el lapatinib (Tykerb), están actualmente siendo utilizados para tratar algunos cánceres del seno. Los estudios más nuevos están usando Tykerb en lugar del Herceptin para el cáncer de seno en etapa temprana. Además, se están probando otras terapias dirigidas.

El everolimus (Afinitor®) es un nuevo tipo de medicamento de terapia dirigida que ha sido aprobado para tratar el cáncer de riñón. En un estudio, el letrozol junto con el everolimus funcionaron mejor que el letrozol solo, al reducir el tamaño de los tumores del seno antes de la cirugía. Se planean realizar más estudios sobre el uso de este medicamento.

Angiogénesis

Para que los tumores cancerosos puedan crecer, deben crearse vasos sanguíneos para nutrir a las células cancerosas. Algunos estudios han encontrado que los tumores cancerosos del seno rodeados de muchos vasos sanguíneos pequeños nuevos tienen mayores probabilidades de propagarse con mayor rapidez. Se están creando nuevos medicamentos que pueden ser útiles para detener el crecimiento del cáncer al prevenir que se formen nuevos vasos sanguíneos. Algunos de estos medicamentos se están probando actualmente en algunos estudios clínicos.

Bifosfonatos

Los bifosfonatos son medicamentos que se usan para ayudar a fortalecer y reducir el riesgo de fracturas en huesos que han sido debilitados por el cáncer metastásico del seno. Se requiere de más investigación para determinar si los bifosfonatos deben formar parte del tratamiento estándar para el cáncer de seno en sus etapas iniciales.

Vitamina D

Un estudio reciente reportó que las mujeres con cáncer de seno en sus etapas iniciales que recibieron dosis bajas de vitamina D fueron más propensas a que su cáncer regresara en otra parte distante del cuerpo, así como a que tuvieran una perspectiva menos favorecedora. Se requiere de más investigación para confirmar este hallazgo y aún no se ha aclarado si el consumo de suplementos de vitamina D sería útil. No obstante, debe hablar con su médico sobre someterse a una prueba para determinar si sus niveles de vitamina D son saludables.

Cuando el cáncer se propaga a los huesos, causa un incremento en los niveles de una sustancia llamada RANKL, la cual es importante en la manera en que los huesos se mantienen. Los niveles mayores de esta sustancia estimulan a las células llamadas osteoclastos a que destruyen los huesos. Un nuevo medicamento, llamado denosumab actúa contra la RANKL y puede ayudar a proteger los huesos. En estudios preliminares, este medicamento parece ayudar incluso después de que los bifosfonatos dejan de funcionar. Se están realizando más estudios al respecto.

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