Menopausia — Causa de Celebración o Luto
Para algunas, la menopausia es causa de una jubilosa celebración y de “sombreros rojos” (grupo de mujeres de edad mediana que celebran la llegada de su segunda mitad de vida); para otras, significa el luto por la pérdida de los tiempos fértiles. El término menopausia implica el cese de la menstruación, o del período. Es una etapa normal de la vida a través de la cual toda mujer pasará en algún momento entre los cuarenta y sesenta años. La edad promedio para que la menopausia empiece, es cincuenta y dos años. La mayoría entra en un período de peri -- menopausia, tres a cinco años antes de alcanzar realmente la menopausia, aunque algunas reportan la presencia de síntomas asociados con la menopausia diez o quince años antes.
Menopausia — Salud Física y Emocional
El estado mental juega un papel importante en ayudar a la mujer en la transición entre la peri—menopausia y la menopausia. Es útil reflexionar en la riqueza y en la maravilla de esos años fértiles, mientras miras hacia el futuro con un fresco entusiasmo por la nueva libertad que está por venir y la búsqueda de los sueños que han sido puestos a un lado mientras se cría una familia.
La peri -- menopausia y la menopausia están caracterizadas por síntomas, los cuales pueden incluir cambios de humor, ira manifiesta, fatiga, sofocación e incluso leves ataques de pánico. Históricamente, la medicina tradicional ha recomendado reemplazo hormonal para ayudar a la mujer a lidiar con el aparecimiento de la menopausia. Recientes estudios médicos, han cuestionado cuán aconsejables son ciertos tipos de reemplazo hormonal, debido a que la investigación los relaciona con un potencial incremento del cáncer. La medicina alternativa está destacando una diversidad de hierbas y fuentes naturales de reemplazo hormonal que ahora están disponibles. Lo que es más importante, tanto la comunidad médica como homeopática, están alentando a las mujeres a estar sintonizadas con las necesidades de sus propios cuerpos y buscar los recursos apropiados.
Una buena nutrición, adecuado descanso, manejo del estrés y expresión creativa, son todos componentes necesarios para permanecer saludables a través de la vida. La mujer menopáusica merece bajar su ritmo y tomarse tiempo para disfrutar de las cosas placenteras de la vida. Debido al incremento en la longevidad y a la actual posibilidad de que la mujer promedio viva bien hasta finales de sus setentas e incluso ochentas, las mujeres de cincuenta años de edad tienen mucho por qué vivir. Si estás entrando en los años menopáusicos, anticípate a la riqueza de tu futuro. ¡Te lo has ganado!
Menopausia — La Investigación
Las investigaciones han ligado una exitosa transición a través de las varias etapas y desafíos de la vida a una conexión espiritual con Dios. El Dr. C.W. Brister, autor de Change Happens (El Cambio Sucede), desafía a sus lectores a enfrentar todos los cambios de la vida a través de la fiel confianza en Dios.
Motívate con la historia de Allison, acerca de cómo Dios la ayudó a enfrentar una inesperada pérdida y a lidiar con la realidad de la menopausia en su vida.
Allison se sentó, abrumada, al escuchar el dictamen del médico. Tenía 45 años y los últimos cinco había intentado desesperadamente quedar embarazada. Ella y su esposo tenían un niño de nueve años y habían esperado y orado por otro hijo con el cual completar la familia.
Los periodos menstruales de Allison se volvieron irregulares al iniciar los cuarenta, haciendo del embarazo un desafío. Dado que su reloj biológico estaba andando lentamente, tenía miedo de no tener otro bebé. Habian pasado más de ocho semanas desde su último periodo, todo parecía indicar un embarazo. Ahora, no podía creer lo que el Doctor decía: “Lo siento Sra. Kramer, no está embarazada. Está entrando en la menopausia”
Como una sentencia de muerte, sus palabras se clavaron en su corazón. Esa noche, ella lloró inconsolablemente en los brazos de su esposo.
Un par de semanas después, Allison escuchaba el sermón dominical. No era una asidua asistente a la iglesia, pero como muchos, había ido ese día en busca de respuestas. El tema era “Dando Gracias”. El pastor estaba hablando sobre la devastación y la pérdida de vidas por las secuelas del huracán Katrina. Él relató la historia del hijo único de una mujer que fue arrastrado por el agua en Nueva Orleáns.
Al escuchar esto, el corazón de Allison se quebrantó por esa devastada madre que había perdido su único hijo. Ella, instintivamente, alcanzó y sujetó la mano del saludable niño que estaba sentado junto a ella, su propio hijo. Cuando formuló silencisamente una oración por su familia, ella sintió cómo se desvanecía su vacío. En su lugar, Allison se llenó de gratitud, hasta que no hubo espacio vacío en su corazón.
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