Mola

La mola es una enfremedad que pertenece al grupo de la llamada "enfermedad trofoblástica gestacional" y consiste en un crecimiento anormal del tejido de la placenta. Su pronóstico y tratamiento dependerá de qué tipo de mola sea, aunque siempre será importante un diagnóstico y un tratamiento precoz.
1. ¿Qué es la mola?
2. Tipos de mola
2.1. Mola Completa
2.2. Mola parcial
2.3. Mola invasiva
3. Tratamiento

1. ¿Qué es la mola?

Mola. Es una proliferación anormal de la placenta con o sin existencia de feto.

La enfermedad trofoblástica gestacional consiste en un conjunto de patologías que suceden durante la gestación y están producidas por una proliferación anormal o alteración tumoral del tejido de la placenta. Incluyen la mola, el coriocarcinoma, que se considera un tumor maligno, y otros tumores mucho más raros.

Actualmente la mayoría de los casos pueden ser diagnosticados y tratados precozmente, antes de que aparezcan complicaciones severas o metástasis.

El diagnóstico precoz tiene dos pilares básicos que son la ecografía y los analisis para determinar la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG).

La precocidad del tratamiento reduce el riesgo de complicaciones, sobre todo pulmonares que son las más frecuentes. En general, el 75-80% de las pacientes tendrán una evolución benigna, entre un 15-25% presentarán enfermedad invasora y aproximadamente un 3-5% tendrán lesiones metastásicas.

Su incidencia exacta no se conoce pero sí que es mayor en determinadas regiones del mundo. Los estudios más fiables sugieren una incidencia alrededor de 1/1000 gestaciones en la mayor parte del mundo, y casi el doble en algunos países de Asia.




2. Tipos de mola

La mola fue descrita por vez primera por Hipócrates, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se conoció su origen en la degeneración quística de las vellosidades placentarias.

2.1. Mola Completa
La mola completa o mola clásica, se caracteriza por la inflamación generalizada de las vellosidades de la placenta, con pequeñas vesículas y desaparición de los vasos sanguíneos.

No se identifican tejidos embrionarios o fetales, cordón umbilical ni líquido amniótico.

Se origina el 90% de los casos por la fertilización de un ovocito por un espermatozoide anormal. El 10% restante procede de la fertilización del ovocito por dos espermatozoides, uno portador de un cromosoma X y el otro del Y.

La edad materna (menor de 15 años o mayor de 40) y los antecedentes de gestación molar han demostrado claramente ser factores de riesgo. Sin embargo, se desconoce si las diferencias entre grupos étnicos o en determinadas zonas de Asia se deben a factores genéticos o ambientales. Así por ejemplo, se ha visto que las regiones con alta incidencia de mola se corresponden geográficamente con áreas de déficit en la ingesta de vitamina A.

El síntoma más frecuente es el sangrado vaginal al principio del embarazo, junto con un tamaño uterino mayor al esperado para la edad gestacional y niveles anormalmente altos de hormona gonadotropina.

Pueden aparecer otras complicaciones médicas, con mayor frecuencia que en los embarazos normales, como vómitos, anemia, hipertensión, hipertiroidismo y quistes ováricos.

La expulsión de vesículas o "vellosidades hidrópicas" por la vagina es un dato evidente y confirma el diagnóstico de mola, pero es raro que esto ocurra.

Con un diagnóstico precoz la incidencia de complicaciones disminuye.

Los datos que podemos obtener mediante ecografía, generalmente entre las semanas 9 y 12 de embarazo dan lugar al típico aspecto en "tormenta de nieve", descrito en los manuales de ecografía.

Los quistes ováricos se diagnostican en más del 50% de los casos por la aparición de imágenes en "burbuja de jabón" o en "rueda de carro" a nivel de los ovarios, que obviamente estarán agrandados.

También se debe hacer una radiografía de tórax para valorar la afectación pulmonar. A veces se necesitan pruebas adicionales para valorar hígado, bazo, riñones y cerebro.

2.2. Mola parcial
Consiste en la degeneración molar placentaria junto con la presencia de un feto.

La mayoría se deben a una fertilización de un ovocito normal por dos espermatozoides o a la aparición de un fallo en las primeras divisiones celulares.

En más del 90% de los fetos que se estudian ecográficamente aparecen malformaciones en las manos, alteraciones cerebrales y cardiovasculares, junto con retraso del crecimiento.

Además la mola parcial presenta en el estudio ecográfico un aumento del grosor de la placenta, que contiene múltiples quistes con una apariencia que se ha denominado en "queso suizo".

2.3. Mola invasiva
Se define por la penetración de la mola hasta la pared del útero.

Tanto la mola completa como la parcial pueden producir invasión pero esto no es un indicador de que se trate de un cáncer.

La clínica habitualmente aparece con un cuadro de hemorragia intensa. Por ecografía, el tumor aparece como zonas focales brillantes en el espesor del útero.

Con un diagnóstico temprano seguido de un inmediato tratamiento, se puede prevenir la perforación uterina y la necesidad de realizar una histerectomía.




3. Tratamiento

Cuando se diagnostica una mola se debe interrumpir el embarazo mediante legrado uterino por aspiración, antes de que aparezcan complicaciones.

Posteriormente se debe realizar un seguimiento con determinaciones periódicas de hormona gonadotropina, semanalmente hasta que sean indetectables y luego de modo mensual durante un periodo comprendido entre 6 y 24 meses.

También, a criterio del médico se realizarán otros exámenes complementarios (radiografías o ecografías). Es importante evitar el embarazo durante este periodo de seguimiento, por lo que el ginecólogo pautará un tratamiento anticonceptivo.

Si la evolución es maligna, el tratamiento consiste fundamentalmente en quimioterápia y las pacientes pueden curarse, gracias a la gran sensibilidad de estos tumores a este tratamiento.

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